Aunque Twitch lo dominan los esports y los videojuegos competitivos, lo cierto es que hay una respetable comunidad de let's players. Son comunidades tremendamente fieles, ya que siguen al creador de contenido juegue al juego que juegue y le van aconsejando a durante el desarrollo del mismo. Estos directos, que podrían ser los menos tóxicos de todo Twitch al carecer de los componentes de competitividad extrema de juegos como LoL, Fortnite o Call of Duty, se enfrentan a un duro rival con los derechos de la música en la plataforma.
Hace unos meses comenzó una caza de streamings que hicieran uso de canciones durante sus directos. Esto obligó a que canales con gran historia en Twitch tuvieran que borrar miles de clips, mientras las listas de reproducción de los jugadores se llenaron de música sin derechos. Pues bien, esto afecta también a las canciones que hay dentro de los videojuegos. Esto no es un drama para los juegos deportivos como FIFA o NBA, que tienen opciones para contemplar esto, pero sí para juegos con historia que cuenten música como motor de la narración.
Esto es lo que sucede con Life is Strange, la novela visual de Dontnod. En ciertos momentos la música es clave para realzar ciertas escenas, o incluso es la razón por la que algunos personajes se comportan de una forma determinada. Pues si vemos una partida en Twitch, es necesario hacer cosas como las del vídeo de arriba. Antes de una canción, es el momento de bajar al cero el volumen de la música dentro del juego.
La razón es que las canciones de Life is Strange activan el DMCA, creando posibles puntos de conflicto entre streamer y las discográficas a las que pertenecen esas canciones. Por ello vemos cosas como un chat en el que todos los usuarios le recuerdan a la creadora de contenido que tiene que bajar la música para que no le cierren el canal o le manden un aviso por infringir el copyright.
De momento los videojuegos no requieren el pago de una licencia para streamearlos, pero sí que hubo alguna voz discordante con respecto a esto hace unos días como fue un trabajador de Google Stadia, o una Nintendo que ha tenido etapas muy fuertes de lucha por sus copyrights. Pero lo que ya tenemos una experiencia inferior en los directos de juegos como Life is Strange.