Si hay un campeón que recurrentemente se afirma que es uno de los mejor diseñados de todo League of Legends, ese es Jhin. El artista de la Grieta del Invocador hace de sus debilidades, como es la ausencia de un DPS constante y la irrelevancia de la velocidad de ataque, un punto fuerte en base a daño explosivo y esa cadencia de disparo tan característica.
Para compensar que hay ciertas estadísticas como la velocidad de ataque que apenas funcionan con este personaje, su habilidad pasiva le da un escape. Los ataques críticos de Jhin le conceden un 10% + 0.4% por cada 1% de velocidad de ataque bonus durante dos segundos, y eso es algo que en las postrimerías de las partidas casi siempre le permite a Jhin correr de forma endiablada, dada la construcción de objetos del personaje.
Esta particularidad del campeón ha conseguido que veamos cosas como las del vídeo superior, aparecido hoy en Reddit por el usuario derpymeep. En esta partida, el equipo de Jhin no está en un gran momento, pero al menos ha pasado el suficiente tiempo de partida para que Jhin cuente con los objetos necesarios para ser una amenaza, y sacar provecho de su habilidad pasiva.
El jugador no se amedrenta ni cuando el Ryze enemigo se teletransporta a su espalda con su habilidad definitiva y además de la mano de Janna y Amumu. El problema llega cuando Volibear se teletransporta a un minion cercano y le fuerza un destello; aunque se repone rápido a pesar del aturdir del oso. Tras esto se dedica a correr por la parte inferior del río, intercalando ataques básicos a sus enemigos o incluso al escurridizo de la Grieta para ganar velocidad de movimiento.
La persecución prosigue por la parte superior del río, donde necesita empezar a poner trampas para ralentizar a un envalentonado Volibear acompañado por una rauda Janna. Es entonces cuando emprende el camino de vuelta a su base, eso sí, por la jungla rival. El problema llega justo a la entrada de su base, cuando Jhin comete el error de cancelar un básico que le hace perder el momentum y caer en las garras de Volibear. Una persecución digna de The Italian Job.
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