Desde Modern Warfare 2, la baja final es una de las características más perseguidas por los creadores de contenido y profesionales de Call of Duty. Es el momento en el que pueden mostrar al resto de la partida su habilidad con alguna jugada épica o con una baja extraordinaria, por ejemplo con el francotirador, que haga que todos salten de sus sillas alucinando.
El ya nombrado francotirador, claro, es el arma que más se intenta usar en esas jugadas finales, puesto que permiten que sean mucho más vistosas y queda realmente bien poner la guinda a una partida con unos cuantos tiros impresionantes o unos quickscopes. Y no digamos ya con un trickshot. Pero a veces las cosas se tuercen y pasan cosas como esta:
Como veis el jugador tenía en su punto de mira a prácticamente todo el equipo enemigo. Y en fila, algo que no se suele ver demasiado en ninguna partida. Con un solo tiro de francotirador podría haber conseguido una de las mejores bajas finales del juego, pero todo termina mal cuando es él mismo quien recibe un tiro de francotirador. Pero, lo peor de todo... ¿sabéis por qué muere el jugador?
Porque la bala rebota en el escudo que porta uno de los jugadores enemigos a la espalda. El hitmarker ni siquiera salta porque muere en el acto al recibir su propia bala de francotirador. Y lo que sería la mejor jugada de la historia con el nuevo R700 de Modern Warfare, termina siendo un meme.