Los tramposos siempre van un caso por delante en los juegos en línea. Aunque los hacks de CS:GO son uno de los máximos exponentes de esta carrera entre gato y ratón por proteger el juego limpio, este no es el único afectado. Sin embargo, el shooter de Valve lleva más de veinte años en el mercado y, como es lógico en un nicho de la industria tan lucrativo y estable, los programadores suelen centrar sus esfuerzos en este título.
Conseguir el hack definitivo que sea indetectable no parece ser tan complicado. Sparkles, un youtuber de Counter-Strike con más de dos millones de suscriptores en su canal, contactó con uno de los programadores que mayores avances está haciendo en este campo y probó, jugando contra bots, lo sencillo que era utilizar este tipo de trampas.
Aunque con un buen desembolso económico de por medio, el youtuber fue capaz de hacerse con una pieza de hardware que cumplía todos los requisitos. Era una instalación compleja y un dispositivo aparatoso, pero dio unos resultados increíbles pese a tratarse de una versión preliminar. La trampa pasó completamente desapercibida y funcionaba de forma aceptable incluso sin estar de todo pulida.
El hack era, en este caso, un dispositivo físico que se conecta a diferentes zonas de la placa base y es capaz de procesar la información del juego de manera indetectable. Opera entre nuestro ratón y lo que pasa en pantalla, corrigiendo el error de nuestros movimientos a tiempo real y haciendo que podamos dar en la cabeza de cualquier enemigo sin siquiera pulsar un botón.
Según defiende el hacker que creó este sistema, es completamente indetectable mediante los anticheats tradicionales. Además, asegura que tuvo al menos 30 compradores interesados y que cada unidad cuesta unos 2.000 dólares. Todo eso, solo con un video que apenas tuvo 5.000 visitas. Por si fuera poco también acusa directamente a las ligas de ESEA de estar cargadas de este tipo de tramposos.
Aunque hay más dispositivos de este tipo, es la primera vez que un aimbot funcional con este tipo de tecnologías llega al mercado. Se convierte así, en el primer hack de puntería 100% indetectable.