League of Legends está a punto de recibir una de las actualizaciones más grande de su historia. Actualmente, más de una treintena de nuevos objetos están disponibles en el PBE. Entre tanto cambio a activas, pasivas o estadísticas enteras puede que se nos haya pasado por alto una de las preguntas más importantes sobre el juego: ¿por qué Riot Games ha querido hacer tantos cambios de cara a 2021?
En contra de lo que podría parecer en primera instancia, basta con dos premisas muy sencillas para entender porque Riot ha tomado esta determinación pese a que League of Legends esté en el mejor momento de su historia. Al final, mejorar los buenos momentos es mucho más sencillo que trabajar contrarreloj en los malos, algo que la desarrolladora aprendió de la misma manera que aprendemos todos: a fuerza de equivocarse.
En cuanto a esos dos motivos relacionados con la jugabilidad que mencionábamos, Mark Yetter, que es el jefe de Riot para League of Legends en este apartado, los deja claros:
- Más elecciones
- Más satisfactorias
La desarrolladora llegó a la conclusión de llevar a cabo estos cambios tras una autoevaluación que llevaron a cabo en la que se dieron cuenta de que la mayor parte de lo que conseguían con los ítems apenas pasaba de un aprobado raspado. La diversidad de objetos y las elecciones dinámicas son realmente pobres en el League of Legends de hoy en día y si el sistema era capaz de funcionar es por lo que ofrecían a la hora de dominar el juego.
Aunque uno de los casters de LEC señaló que para la comunidad la satisfacción y la diversión está relacionada con la victoria, pero quizás cometió un error. Divertirse va más relacionado con la capacidad de hacer daño o crear jugadas espectaculares, un contexto con el que las herramientas que teníamos hasta ahora eran suficientes. Sin embargo, las decisiones tácticas que generaban eran mínimas y, en cierto modo, solo estábamos satisfechos porque no conocíamos las alternativas.
El nuevo sistema de ítems parece acertado tanto para nuevos jugadores como para los más veteranos y, aunque habrá que probar como funciona y si la desarrolladora es capaz de no trastocar demasiado el equilibrio del juego. Aun así, es uno de los grandes cambios que hacían falta para crear un League of Legends que pueda durar diez años más.