Tuve la suerte de vivir la primera jornada de LEC en los estudios de Berlín durante la temporada de primavera 2019. La expectación era máxima porque se trataba del arranque del nuevo formato y branding de la competición europea de League of Legends. Fnatic venía de lograr un subcampeonato mundial en los Worlds 2018 celebrados en 2018, pero también de decirle adiós al que había sido su estrella durante ese pasado año, Rasmus "Caps" Winther.
Había muchas ganas de conocer la opinión de los jugadores de Fnatic de esta nueva etapa con Tim "Nemesis" Lipovsek en el carril central, pero durante esas dos primeras semanas vivimos un naufragio total del equipo con cuatro derrotas en cuatro partidos y una dolorosísima derrota contra G2 en 20 minutos. La respuesta no fue otra que cancelar toda opción de entrevistas.
Todos entendemos que hay momentos en los que el equipo tiene que cerrarse en el vestuario y lamerse las heridas. Eso es algo natural y entendible, y más en ese momento de la pasada temporada. Sin embargo, Fnatic suele tener esta tendencia cuando las cosas vienen mal dadas. En eventos presenciales y en jornadas de LEC, Fnatic no tiene el más fluido de los tratos con la prensa y en muchas ocasiones suele dar las entrevistas al streaming de LEC y ya.
Esto es algo que viene de lejos y que tiene en su estrella, Martin "Rekkles" Larsson, el mayor ejemplo de esto. Desde hace años se comenta que Rekkles está desencantado con los periodistas de esports y que considera que abusamos del clicbait, así como sacamos de contexto sus declaraciones. Por ello, es complicado ver entrevistas a Rekkles que no sean a Riot Games, en ruedas de prensa de Worlds o con un periodista que respeta como es el norteamericano Travis Gafford. Y un posible problema derivado de esto es que es difícil justificar ante el resto de jugadores que uno de ellos tenga carta blanca.
Tras la salida de Mads "Broxah" Brock-Pedersen con destino Team Liquid, uno de los jugadores más vocales con la prensa del equipo durante estos últimos tiempos, Fnatic prácticamente sólo dice esta boca es mía a través del toplaner Gabriel "Bwipo" Raü. Y aunque Bwipo es uno de los mejores entrevistados de toda LEC, sabe a poco.
El último episodio de esto lo hemos vivido con el vídeo promocional de Riot Games de cara a la fase final de LEC. Varios de los comentaristas y presentadores perdieron el miedo al ridículo y realizaron una especie de peleas de gallos representando cada uno a un equipo de playoffs. Todos menos Andy "Vedius" Day tuvo el apoyo de al menos un representante de los clubes; G2, Rogue, MAD Lions, SK y Schalke mandaron a alguien, aunque fuera para figurar durante unos segundos. Y Vedius era el que defendía a Fnatic. ¿Puede haber sido un problema puntual? Puede, pero todos nos sabemos el cuento de "Que viene el lobo".
MAD Lions nos enseñó este año la importancia de estar presente en este tipo de "saraos", así como de mostrar tu carisma y generar contenido. Fnatic tiene una de las mayores fan bases de los esports y parece confíar en una transmisión del fanatismo de generación en generación como si del Sporting de Gijón se tratase; un error en una disciplina que apenas tiene una década de vida y cuyas fidelidades por parte de los aficionados son, como poco, etéreas.
Con esto no quiero decir que Fnatic sea el único equipo que realiza media blockout en LEC, ya que incluso G2 ha declinado entrevistas tras unas malas jornadas o Schalke prefirió no conceder ninguna la víspera del miracle run porqué los jugadores querían estar concentrados. Puntualmente esto no es malo, e incluso puede llegar a ser necesario. Pero si en algún punto tenía razón Kelsey Moser durante su alegato a favor del factor entretenimiento de los esports, era en que no se puede vivir de espaldas al público. No puedes ser Gareth Bale acelerando en la rotonda de Valdebebas en un medio eminentemente digital.
Si Fnatic no vuelve a la senda de los triunfos, y a pesar de su brillante historia, puede que ceda terreno en cuanto a relevancia se refiere en favor de otros clubes más jóvenes y abiertos como MAD Lions. Y esto no es un alegato corporativista, en absoluto, quizás es el momento de dar contexto a lo que hay detrás de un popular meme entre los medios que cubren LEC.