Riot Games tiene una dilatada experiencia creando personajes únicos. Primero en League of Legends y ahora en VALORANT, parece que la desarrolladora ha conseguido dominar este apartado en casi todos los aspectos y ahora ha llegado el momento en el que han decidido compartir esa sabiduría con nosotros.
Igual que con los mapas, todo comienza con una vista aérea. En esta categoría, claro, es más bien metafórica y se trata de establecer una serie de objetivos y categorías en las que trabajar para obtener el resultado final. En cierto modo, todo debe de empezar siempre con un “¿qué es lo que queremos conseguir?”
Identificar las necesidades de los jugadores de VALORANT
Una vez respondida la pregunta previa, todo continúa con otra fase de descubrimiento. Por volver a resumirlo en una pregunta sencilla podríamos decir que se trata de algo así como “¿qué quieren los jugadores?”. Por poner el ejemplo de Reyna, que es el mismo que desde Riot utilizan en el video, lo primero de todo es decidir crear una nueva duelista con unos rasgos determinados y, lo segundo, pensar en como encajan las ideas de Riot en el jugador objetivo de esa Agente.
Con Reyna sería, por ejemplo, aquel que quiere conseguir bajas de forma ofensiva y ganar duelos haciendo al rival jugar con sus normas. Con esta conclusión toca, entonces, perfilar el kit de habilidades de la nueva Agente y empezar a probar cómo le sientan en las partidas.
Agentes bien diferenciados
Hay dos premisas fundamentales cuando se añade un nuevo Agente a VALORANT. La primera es que sea divertido, claro, y la segunda que sirva a un propósito. Según indica Morello, diseñador de Agentes, a este segundo apartado lo denominan como “impacto en el plantel de Agentes”. El objetivo es mantener la integridad competitiva mientras se aporta algo nuevo.
En esta ocasión el ejemplo que utilizó Riot es Killjoy. Como Sage o Cypher, la nueva Agente hace labores de centinela y defiende una ubicación, pero cambia los conceptos básicos. No es una modificación en el qué, es una modificación en el cómo. Si Sage busca ganar tiempo y mantenerse en combate, Killjoy lo que hace es acabar con los enemigos para conseguir la misma función. Un cambio ínfimo, pero que dota al juego de la diversidad deseada.
No puedes convencer a todo el mundo todo el tiempo
¿Somos jugadores de Sage y no nos gusta seleccionar Reyna? Bien, ese es justo el objetivo de Riot. No necesariamente tiene que suceder pero, básicamente, les da igual si te ves en esta situación. Al final, si solemos decantarnos por centinelas y pasamos de los duelistas, lo normal es que no nos interesen demasiado. Por llevarlo a League of Legends y tener un ejemplo claro: quizás si sois jugadores de magos en medio no queráis llevar el último asesino lanzado en la jungla.
Lo que hace a VALORANT tan especial es que es un juego basado en personajes únicos que tienen su propia identidad. El hecho de que unos nos gusten más que otros está bien, es lo que debe de suceder y si dice algo es que se hace un buen trabajo. Otra cosa sería que ninguno terminara de convencernos, ahí sí que habría un problema.
Agentes únicos con habilidades equilibradas
Riot ha tomado nota de los errores del pasado y ha dejado una reflexión contundente en este apartado: “el equilibrio es temporal y el metajuego viene y va, pero una habilidad bien diseñada lo está para siempre”. Sin embargo, esto no significa que vayan mirando los poderes de cada personaje de forma individual (cada habilidad por separado). Más bien, el proceso es verlo todo como un conjunto.
De nuevo volviendo al ejemplo de Reyna, desde Riot señalan que el cegado de Mirada lasciva es mucho más fuerte que otras habilidades. Aun así, es necesario para que el personaje forme un buen conjunto y, sin esa herramienta, sería prácticamente inútil para el equipo. Funciona como un pegamento que mantiene una cohesión en el kit y la dota de poder.
En definitiva, se trata de verlo desde una perspectiva a futuro. La conclusión es clara: todos los personajes que lleguen a VALORANT aportarán nuevas formas de jugar e interpretar los diferentes contextos.