Las historias que ocurren con Pokémon GO dan para escribir un libro. Podéis hacerlo, pero ponednos en los agradecimientos por la idea.
Para ejemplo lo que ha ocurrido en Hokkaido, una apacible localidad japonesa en la que Kanehisa Satoh, de 56 años, ha sido arrestado por agredir a un amigo de 55 años y dañar su vehículo por una disputa provocada por Pokémon GO. La cabeza le hizo Rattata.
Y eso que ambos se conocieron gracias al juego de Niantic hace algún tiempo, formando una gran amistad entre ambos que les llevaba a disfrutar del juego juntos y felices, tal y como cuentan desde Kotaku.
Pero la vena competitiva está ahí. Estaban en un gimnasio, con el automovil detenido, y uno de ellos se enfadó porque el otro "se había adelantado y tomado su campamento". Eso hizo que Satoh perdiera los estribos, agarrara a su amigo del pecho y diera una patada al espejo retrovisor del coche.
El otro hombre, de 55 años, sufrió un ragequit en las propias carnes y tuvo que llamar a la Policía, quien se llevó a Satoh a la comisaría por agresión y daños a la propiedad.
Estaremos atentos para saber cómo acaba esta historia. Una amistad unida y tal vez desunida por el juego. Pokémon GO sería así causa y solución de todos los problemas para estos dos tipos; al igual que el alcohol para Homer.