Se suele hablar de game feel, como de un lenguaje oculto en los videojuegos que aunque no dominemos los jugadores, podemos captar ciertas secuencias que activan sentimientos y sensaciones en nuestro cuerpo por el mero hecho de jugar. Unos ejemplos de game feel especialmente satisfactorio son el disparar a la cabeza en Destiny o las animaciones de Big Boss en Metal Gear Solid: The Phantom Pain.
Desde el anuncio de las habilidades de Yone, el nuevo campeón de League of Legends, muchos pensamos que su habilidad definitiva R - Destino sellado es un gran ejemplo de buen game feel. La sensación que da ese primer momento en el que se dibuja la plantilla del golpe y ese segundo instante en el que los enemigos se quedan suspendidos en el aire para posteriormente ser desplazados hacia atrás produce una satisfacción como pocas más se pueden tener en el MOBA de Riot Games.
Sólo hay una forma de mejorar esta habilidad definitiva y es unirla con la de Yasuo, el hermano de Yone. De esta forma el game feel aumenta a niveles estratosféricos, consiguiendo construir uno de los combos más satisfactorios que nunca se han logrado en League of Legends.
Es a través de Reddit que han lanzado este vídeo de una jugada en la que esta concatenación de habilidades se puede apreciar en su esplendor. Un total de cuatro campeones proceden a perseguir a Yone y Yasuo, y es en ese momento cuando el primero comienza a preparar su habilidad definitiva. Con ella impacta en la totalidad de los rivales y facilita que Yasuo pueda ejecutar su ulti; la cual está disponible únicamente si hay enemigos en el aire.
Con dos teclas se logra uno de los combos más bonitos y gratificantes de la historia de un juego con 11 años de vida. No es en absoluto fácil construir algo así.
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