Los fans de Halo están ahora mismo con una sensación tibia bajo la piel. Halo Infinite, la próxima entrega de la serie, que iba a llegar de lanzamiento para Xbox Series X, Xbox One y PC, retrasa su lanzamiento a 2021.
Es una mala noticia porque la nueva generación de Xbox se queda sin su gran juego exclusivo de este año, salvo que Microsoft nos dé la sorpresa. Es buena noticia porque con este movimiento el equipo de desarrollo busca maximizar la calidad de la propuesta y ofrecer un título a la altura de lo esperado... Algo que se había llegado a poner en duda tras la primera demo de Halo Infinite hace tan solo unas semanas, que presentaba ciertas lagunas gráficas.
En una carta firmada por el jefe del estudio, Chris Lee, afirma que la situación producida por el COVID-19 está entre los factores que han causado el retraso de la producción, y que velando por la salud del equipo para no realizar un crunch excesivo, ni poner en riesgo la calidad del juego, tienen que retrasarlo.
Podéis encontrar la carta justo bajo estas líneas.
En esta carta se cierra afirmando que se aprovechará este tiempo extra para acabar el trabajo crítico necesario para ofrecer el juego más ambicioso de Halo jamás creado, y que esté a la altura de la calidad que los fans esperan.
Así pues, sentimientos encontrados con este anuncio. ¿Qué sensación predomina en vuestro caso? ¿La tristeza por el retraso o la calma chicha por asegurar la calidad del juegazo que 343 Industries está realizando? Sea como fuere, estamos deseando volver a ver Halo Infinite en movimiento o, incluso, jugarlo.