El mundo del CS:GO se ha puesto en pie de guerra contra NEOM. La empresa saudí piensa en construir la ciudad del futuro, una edificación faraónica que todavía no ha levantado ni un ladrillo y está envuelta de polémica por el nulo respeto del país a los derechos humanos más básicos. Además, según informa The Guardian, la empresa va directamente contra los intereses de los lugareños de la zona en la que se quiere edificar este proyecto megalómano.
Pese a todo, BLAST, una de las organizadoras de torneos de CS:GO, no ha encontrado problema en asociarse con la marca. Lo mismo sucedió con la LEC y Riot Games. La diferencia es que el rechazo a la unión ha tardado más en hacerse notable y la organizadora no ha sabido gestionar la situación con la premura que sí lo hicieron los responsables de League of Legends, que tumbaron el acuerdo apenas unas horas después del anuncio.
Talentos comprometidos
Sin embargo, parece que la situación le va a salir cara a BLAST. Muchos de los profesionales del sector se han puesto en pie de guerra emulando a los trabajadores de Riot. De hecho, Eefje 'sjokz' Depoortereha tenido que lidiar con la situación en ambas empresas, al colaborar habitualmente con Riot y haber comenzado recientemente a aparecer en los eventos de RFRSH, empresa propietaria de esta organizadora.
Vince Hill , Frankie Ward , Harry 'JustHarry' Russell, Jason 'moses' O'Toole o Hugo Byron también se han convertido en voceros de la comunidad y rechazarán futuras colaboraciones con BLAST. El torneo pierde así algunas de las voces más emblemáticas de la comunidad. Tampoco podrán contar con otros profesionales como Duncan 'Thorin' Shields.
Los esports tenían que tomar parte y lo han hecho. El proyecto de NEOM se ha quedado sin lugar en los esports y solo queda por ver si los clubs recogen el testigo que han dejado los periodistas y la comunidad absteniéndose de participar en el torneo.
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