En nuestro último Inside Esports, el podcast de deportes electrónicos de Millenium España, tanto yo como mi compañero Bruno Ouviña lanzamos una serie de deseos sobre el futuro de los deportes electrónicos. Además de comentar nuestras ganas de reconocer a las primeras hornadas de estrellas retiradas o de impacto social en las localidades de los clubes al estilo de los equipos de fútbol y rugby ingleses de divisiones inferiores, nos detuvimos en nuestro deseo de que los equipos y jugadores de esports se pronunciaran políticamente y aprovecharan su eco en toda una generación.
Nuestro ánimo era exponer que los deportes electrónicos tenían la oportunidad de no ser engullidos por el dinero y los designios de los despachos de la misma forma que el deporte tradicional lo ha hecho durante las últimas décadas, primero con las sociedades anonimo-deportivas y después con el márketing y los megaequipos ensombreciendo la propia competición y los valores tradicionales del deporte.
Un punto clave que han tenido que enfrentar los deportes tradicionales y en especial el fútbol es su relación con el mundo de las apuestas. Riot Games y sus competiciones no lo permiten, pero sí otros como Counter Strike, que ha visto como recientemente se produjo el patrocinio de MAD Lions por parte de una casa de apuestas china. Sin embargo, el elefante en garaje ahora mismo es la relación de los deportes electrónicos con monarquías absolutistas como la de Arabia Saudí, un país acusado de violar los derechos humanos fundamentales.
Hace apenas 24 horas conocimos que la League of Legends European Championship (LEC) había llegado a un acuerdo con NEOM, la megaciudad proyectada para construirse en Arabia Saudí que sale de la cabeza del Príncipe Heredero Mohammed bin Salmán. Un país donde ser homosexual es delito patrocinaba a una competición que esta misma semana había celebrado el orgullo en su retransmisión; e incluso su cuenta de Twitter aún portaba el logo con la bandera arcoíris en su foto de perfil.
En ese mismo momento la totalidad de los comentaristas de LEC, así como no pocos trabajadores se pronunciaron en redes sociales rechazando de forma total este patrocinio. Era lo esperable dada la condición sexual de varios de ellos y lo promulgado a favor de las minorías durante estos dos años desde la refundación de la liga, pero a quien sigue el deporte tradicional de una forma tan cercana como yo mismo, sí que me sorprende al menos en mi fuero interno.
Porque en el deporte tradicional se ha abrazado la resignación frente a los petrodólares hasta el punto de cambiar la totalidad del calendario futbolístico para que el mundial de Qatar se dispute en invierno. Los periodistas que criticaron en primera instancia la celebración de la Supercopa de España 2020 en el Estadio Rey Abdullah de Arabia, se callaron cuando fueron ellos los responsables de la retransmisión; e incluso el presidente de la Federación Luis Rubiales intentó transmitir que los 120 millones del acuerdo eran secundarios frente a un supuesto aperturismo de Arabia Saudí y el ejemplo democrático que España y su fútbol podía sembrar en el estado saudí.
Hoy a las 3:35 de la madrugada, la cuenta oficial de LEC publicaba un nuevo comunicado, en esta ocasión para anunciar la ruptura del acuerdo con NEOM apenas unas horas después de firmarse. El jefe de esports para la región Alberto Guerrero afirmó lo siguiente: "como empresa y como liga, sabemos que es importante reconocer cuándo cometemos errores y trabajar rápidamente para corregirlos". Sin embargo, la confianza entre comentaristas y Riot está dañada, ya que algunos como Froskurinn afirman haber sido "silenciados" y otros relatan que fueron avisados apenas unas horas antes del anuncio.
Todo el mundo de la industria sabía que, a diferencia de Blast Premier y su acuerdo con el mismo ente un día atrás que apenas causó revuelo, aquí hay unos comentaristas, aficionados e incluso clubes vocales que podrían alzar la voz. Riot Games sabía que esto podía suceder, pero quizás confió en que ese adormecimiento de la conciencia social en el deporte tradicional de masas cuando hay tanto dinero en juego podría replicarse aquí. Y se equivocó.
Dicho esto, la ruptura de este acuerdo en apenas un puñado de horas es algo que aún para quienes no tenemos conocimientos empresariales del más alto nivel sabemos que ha tenido que ser muy complejo. Este tipo de patrocinios y acciones involucran a muchas personas y hay una enorme cantidad de dinero en juego, por no hablar de las cláusulas de rescisión que quizás hayan obligado a LEC a indemnizar a NEOM por este cambio de rumbo repentino. Os aseguro que la decisión y la acción de Riot Games está lejos de ser tan fácil como convertir en un legajo un papel con no pocas firmas.
Por último y como recado a los que ayer decían "en una semana nadie hablará de esto" o "aquí manda el dinero y los principios están muy bien pero hay que comer", me gustaría apuntar que esta mínima victoria evidencia que si las personas implicadas se unen por un objetivo común y se pronuncian por lo que consideran justo, es posible cambiar las cosas. No hay que resignarse siempre.
Foto de lolesports.