Aphelios está siendo uno de los campeones más problemáticos para Riot Games desde su lanzamiento. Junto con Senna, el nuevo campeón ha sido capaz de hacer a la compañía cambiar de opinión sobre el planteamiento a la hora de incorporar nuevos personajes a League of Legends y, viendo los cambios que han tenido que ir realizando desde su lanzamiento, parece que este nuevo enfoque está justificado.
Sin embargo, ahora el campeón también va a ser uno de los que ponga a prueba la nueva filosofía de la desarrolladora a la hora de cómo equilibrar a los personajes una vez están en el juego. Aphelios cuenta con una ratio de victorias muy reducido en partidas clasificatorias, donde apenas es capaz de imponerse en un 48% de los casos según los muestreos más optimistas. Seguir reduciendo su poder como en principio hará Riot va a hacer que descienda todavía más, un sacrificio que desde la desarrolladora entienden como necesario.
El problema al respecto de Aphelios es que sigue dominando en el rango Challenger y, sobre todo, en la competición. El campeón brilla en las grandes ligas donde, según la nueva filosofía de Riot, una presencia superior al 45% debe de traducirse en una reducción de poder inmediata.
En esta ocasión, el nerf se realizará en la torreta del Crescendum, que ahora tardará más en activarse y comenzar a disparar desde el momento en el que se emplaza en una determinada ubicación. Aunque puede parecer un nerf con menos impacto en otras ocasiones, lo convierte en un campeón mucho menos opresivo y permite enfrentar las situaciones contra Aphelios con una solvencia mucho mayor.
Esta no es la única decisión polémica de Riot, pues Lee Sin también recibirá un nerf pese a que está entre los 5 peores campeones que se pueden jugar actualmente en la posición de jungla.