Activision está perdiendo totalmente el rumbo de Warzone. El que llegó para, parecía, convertirse en uno de los mejores battle royale del panorama multijugador actual, ahora va rumbo de convertirse en un cementerio. Después de que la compañía realizase una serie de baneos masivos a jugadores que no habían hecho trampas jamás, los usuarios ya no se sienten cómodos con el juego.
La compañía metió la pata, reculó y está devolviendo todas las cuentas a los jugadores que no hacen trampas. Pero aun así, ha quedado demostrado que Activision no puede controlar todo el oleaje de hackers y tramposos que habitan Warzone. No pueden detectarlos a todos y ni tan solo son capaces de poder reconocer quién está haciendo trampas y quién no.
Eso, sin duda, hace que el juego no esté bajo ningún concepto controlado debidamente, lo que hace que los hackers tengan libertad para hacer lo que quieran. Algo así, por ejemplo, puede ser normal (o comprensible) que ocurra en un Call of Duty de hace bastantes años, pero no en uno que acaba de salir y que es de actual generación. El youtube AlphaSniper97 así lo explica en su más reciente vídeo de Youtube (que tenéis en la parte superior de estas líneas).
El creador de contenido expresa, en líneas generales, que si el juego sigue así, no le queda mucho tiempo de vida por delante. Y no porque el juego sea precisamente malo, sino porque es injugable y corres el riesgo de que la propia compañía te quite la cuenta y te prohíba jugar si considera que has hecho trampas, sin poder demostrarlo ciertamente. Y, mientras tanto, los verdaderos hackers andan a sus anchas.
Desconocemos qué planes tiene Activision con Warzone de cara a un futuro próximo, pero desde luego la cosa no pinta nada bien para este battle royale que podría ni llegar a la siguiente generación de consolas si la cosa sigue así, porque la comunidad abandonaría el juego.