La toxicidad de League of Legends nunca dejará de sorprendernos. Que se te desconecte un compañero de equipo en Bronce 3, es lo más normal del mundo dado que quizás no sabe ni como se juega al LoL y se ha puesto hasta nervioso tras morir a nivel 1, pero que algo así de fuerte suceda en el nivel más alto de la escalera clasificatoria dice mucho sobre la clase de personas que juegan al MOBA de Riot Games.
Hace unos días os contamos la historia de Mads "Broxah" Brock-Pedersen, uno de los mejores junglas del planeta y jugador de Team Liquid en la LCS de League of Legends norteamericano. Tras los ataques sufridos por parte de Eika y Zaboutine en la liga de NA, destacando su nacionalidad francesa, el danés salió a defenderles en redes sociales y aprovechó para pedir mesura con la actual oleada de toxicidad que estamos viviendo.
El jugador de Team Liquid no ha tenido ni un respiro. Tras erigirse como el defensor contra las malas conductas en Internet, ha sufrido en sus carnes lo que significa enfrentarse a la toxicidad. Y lo ha tenido que hacer en su propio terreno, una partida clasificatoria de League of Legends.
Con 8.000 de oro de ventaja y dos dragones al minuto 15, Broxah creía que su partida estaba más que ganada. Este tipo de diferencias, en lugares como Corea del Sur donde la rendición es poco menos que una religión, hubiera sido victoria en 15 minutos, momento en el que se puede votar para terminar el duelo. Sin embargo, su Volibear top se cansó de la partida cuando todas las demás posiciones estaban venciendo de paliza, lanzó su habilidad definitiva y se quedó en base.
Las caras de Broxah son todo un poema; y no es para menos. "Debo reír o llorar llegados a este punto", comentó Broxah tras constatar que Volibear no iba a volver a la partida. No se queda ahí la historia ya que Volibear llegó a decir que no jugaba hasta que su compañera de equipo Irelia le pidiese perdón. "Riot, arregla SoloQ", gritó Broxah momentos antes de perder la partida en una rendición en la que fue el único en querer seguir jugando.