Las casualidades mueven el mundo. Ya sean leyendas urbanas o casualidades de verdad, los encuentros fortuitos en ascensores, problemas que obligan a cambiar planes o la más pura serendipia han sido la base de descubrimientos como la penicilina, América o incluso la Viagra, un medicamento pensado para las anginas de pecho cuyos creadores constaron su poder contra la disfunción eréctil al comprobar que cierto porcentaje de hombres no querían devolver el sobrante tras los ensayos.
Este tipo de fenómenos en el mundo del videojuego se suelen personalizar en Kingdom Hearts, del que se cuenta que nació en un ascensor de un edificio que albergaba las oficinas japonesas de Square y Disney. Sin embargo, la histórica Nintendo llegó a los videojuegos de una forma similar, y los revolucionó por otra casualidad. El imperio que es hoy La Gran N no existiría sin un chófer enfermo y sin cuatro copas en el cuerpo de Hiroshi Yamauchi.
Es conocido por mucha gente, pero puede que no sepas que Nintendo no nació como empresa desarrolladora de videojuegos y consolas. El alumbramiento de la compañía japonesa se remonta a hace dos siglos, concretamente al año 1889, en el cual el maestro artesano Fusajirō Yamauchi fundó Nintendo Koppai con el objetivo de crear y comercializar cartas del juego nipón Hanafuda. El clan Yamauchi no tuvo varón en primera instancia, pasando a ser el yerno de Fusajiro, Sekiryo Kaneda, quien adoptó el apellido y lideró la empresa hasta 1950, momento en el que sin descendencia masculina adoptó a Hiroshi Inaba, su nieto.
Y es con él con quien nace la historia de Nintendo y los videojuegos. Tras un primer acercamiento con la Color TV-Game en 1977, todo cambiaría tres años más tarde con Game & Watch. Estas pequeñas portátiles se le acreditan a Gunpei Yokoi, pero no es tan conocida su historia. La cual empieza a destapar lo importantes que son las casualidades en Nintendo y reflejar la apertura al experimento de la compañía.
Tras viajar en tren y ver a un aburrido hombre de negocios jugando con una calculadora LCD, Yokoi confió haber dado con algo valioso: y si en vez de números son personajes saltando y cumpliendo objetivos. Esa es la primera casualidad, pero la segunda es que el chófer de Yamauchi estaba enfermo y Yokoi era el único con un coche con el volante a la izquierda y podía conducir el automóvil del jefe. Sin escapatoria, Yamauchi escuchó atentamente la idea de Yokoi. Le gustó tanto que días después entró en su despacho junto con el CEO de Sharp, la empresa fabricante de LCD para calculadoras líder.
No mucho después llegaría el momento de asaltar la sobremesa con la Famicom, o NES como la conocimos aquí. A través de una entrevista reciente con Kotaku, el diseñador de la máquina Masayuki Uemura reconoció los orígenes tan casuales de la Nintendo Entertainment System. De nuevo Yamauchi y de nuevo una situación poco usual dio pie a una de los productos más importantes en la historia del entretenimiento.
Resulta que en 1981, Yamauchi llamó a Uemura tras tomarse unas copas. Cuenta el trabajador que era algo que solía hacer el jefe, y que en esa ocasión le comentó que había que crear una consola con cartuchos. Como tantas otras noches, Uemura le dijo que sí a todo con la esperanza de que le dejara tranquilo. Sin embargo, la siguiente mañana no fue como en otras ocasiones en las que al jefe se le olvidó todo, y Yamauchi le preguntó si estaba trabajando "en eso de lo que habían hablado por la noche".
No era el pensamiento ebrio del jefe, ni era falsa lucidez. Yamauchi puso en marcha lo que posteriormente sería uno de los mayores éxitos de la historia del videojuego. Más de 60 millones de consolas vendidas y la vuelta a la vida de una industria herida de muerte tras el crash del 80.