Durante esta semana se está celebrando el World Football Summit. Aunque no ha podido ser de forma presencial, se están realizando multitud de coloquios a través de Internet con interlocutores del primer nivel del mundo del fútbol como Butragueño, Juan Mata o Ronaldo Nazario. El objetivo es tratar tanto el futuro como el presente del deporte más importante del planeta, y eso no se podría hacer sin tocar los esports.
Ralf Reichert, Co-CEO y Co-Fundador de ESL, la importante empresa organizadora de eventos de esports, está presente en el evento. Participará en diversas charlas y aportará el punto de vista de los deportes electrónicos a un foro que con la paralización que ha sufrido a causa del coronavirus tiene muchas ganas de escuchar a un deporte que ha podido sobrellevar el confinamiento de gran parte de la población mundial. Charlamos con Ralf sobre el evento y la relación entre fútbol y esports.
La conexión obvia entre el fútbol y los esports han sido los clubes entrando en competiciones de deportes electrónicos. ¿Pueden estos clubes de fútbol convivir con los clubes endémicos?
Creo que tenemos ejemplos de equipos de fútbol y clubes endémicos que colaboran entre sí, pero también vemos como compiten entre sí. Hay un poco de todo. Si te fijas hay grandes clubes como Barcelona y Bayern que tienen al fútbol como principal deporte, pero pueden tener otros como balonmano o baloncesto.
Un equipo de fútbol es algo similar a una sección. Las mecánicas son idénticas: hacerte con talento, desarrollar jugadores, trabajar con sponsors, negociar derechos televisivos... Es lo mismo. y a partir de ahí puede haber un amplio abanico con equipos con secciones de esports fuertes, otros que colaboren con otros que ya están dentro. Están en el mismo negocio, compiten entre ellos, pero el objetivo también es hacer que la industria crezca.
Durante este confinamiento, los videojuegos de fútbol se han convertido en un nexo de unión entre jugadores, fans e incluso esports. ¿Puede ser una experiencia única o algo de lo que se pueda aprender de cara al futuro?
Si te fijas en el impacto de la COVID en el deporte tradicional, e incluso en la sociedad misma, la solidaridad es una de las cosas buenas que hemos visto. Podemos dar por seguras muchas cosas de nuestro día a día, como los partidos de fútbol y de un día para otro se pueden ir al traste. Hay que ser agradecidos.
Con todo esto que ha pasado, hemos vivido una fuerte digitalización. Esto significa que tenemos que comunicar más a través de vídeos, a través de las redes sociales. Yo creo que esto es bueno para los deportes y la verdad es que los esports ya están más avanzados en ese ámbito. Ya hablan de forma directa a los fans en las redes sociales y esto es algo que ahora es más importante.
Al final, los deportes van de emoción, y cuanto más se acerquen los jugadores a los fans, mejor para el largo plazo de esa disciplina.
LaLiga llegó a un acuerdo hace unos días para estar en FIFA durante otros 10 años más. ¿Pueden ser los juegos basados en el fútbol los esports más estables?
¿Puede ser FIFA el esport más grande del mundo? Honestamente, lo dudo. Hay varias razones para esto. La primera es que compite en cierta forma con el fútbol tradicional, y si tienes que elegir entre ver un partido de acción real o un virtual, la mayoría de gente a día de hoy elige el fútbol real.
El segundo punto es que FIFA no es un juego de equipo y hay indicios más que evidentes de que los esports de equipo tienen más éxito a larga escala.
El tercero, y quizás el más grande, es que FIFA es una copia de los deportes tradicionales. Soy un gran fan de los mercados abiertos, ecosistemas abiertos. Vivimos en un mundo en el que todo el contenido, todo el contenido de entretenimiento, compite entre sí por la atención del público. Ahora tu contenido tiene que ser potente, tiene que tener significado para los fans y creo que los torneos que se están disputando serán muy distintos en el futuro. y creo que FIFA está más centrado en el pasado que en el futuro.
Algunos clubes de esports suelen trabajar sólo con simuladores futbolísticos, mientras otros intentan estar en otros muy asentados en los deportes electrónicos. ¿Hay una receta correcta o algún camino equivocado?
Si un equipo de fútbol entra en FIFA o en otras disciplinas, creo que es una decisión individual. No hay un camino correcto y eso va con el ADN y la ambición de cada organización. Está bien quedarse en una disciplina y tratar de ser el mejor, pero también está bien diversificar y buscar un target más joven. Creo que quienes sean más drásticos y ambiciosos serán los ganadores al final.
Se dice mucho lo de que el fútbol puede enseñar cosas a los esports, pero apenas se menciona si los esports pueden enseñar algo a los deportes tradicionales como el fútbol. ¿Hay algo que se pueda enseñar?
El acceso a los jugadores. Las historias están alrededor de los jugadores, tradicionalmente las televisiones contaban epopeyas sobre ellos hasta conquistarnos, pero hoy son los propios jugadores los que pueden tener más engage con nosotros. La otra pieza son los formatos, no me entiendas mal, me encanta ver partidos de liga y llevan 100 años con nosotros, pero creo que un nuevo deporte se cimentase hoy alrededor de una liga a ida y vuelta.
Si te fijas en Norteamérica, sus deportes tienen implementado el playoff al final de la temporada regular. Y hay muchas otras cosas que pueden probar que ya han sido testadas en los esports. Es complejo que los deportes tradicionales cambien cosas, pero hay formatos mejores que las ligas.
¿Pueden estar cómodos los esports siendo el "hermano pequeño"?, ¿están condenados a luchar los deportes tradicionales y los esports?
A ver, el fútbol es muy grande. Comercialmente, los esports tienen muchos años de desventaja. En términos de trato, es verdad que el deporte tradicional le ha hecho de menos históricamente a los deportes electrónicos, pero al final todos los deportes son buenos para las personas y para la sociedad y los esports son un importante pilar dentro de ellos en nuestros días.
Están en el mismo sitio, lo creo fervientemente. Incluso crecerán más, está en el progreso cultural y a medida que más gente entre en los videojuegos, tendrán un lugar central. No es tanto una lucha, si no una evolución en la que todos pueden trabajar juntos.