Mucho se ha especulado sobre si la situación de pandemia global podría afectar al ensamblaje de las consolas de nueva generación. Con fecha de salida prevista para final de año, y aunque no hay retraso en el horizonte, tanto el precio final como el número de unidades disponibles de salida han estado en el centro del debate sobre PlayStation 5 y Xbox Series X. Pero parece que Sony cuenta con un as en la manga que lleva usando mucho tiempo.
Y es que aunque el complejo desplazamiento de los ingenieros a las plantas de ensamblaje es un verdadero problema derivado de la COVID-19, Sony cuenta con una planta en el sur de Tokyo, concretamente en Kisarazu, que lleva años montando consolas de forma casi automática y sin apenas necesidad de capital humano.
Según cuenta un artículo de Nikkei, en esta planta se ensambla una PlayStation 4 cada 30 segundos con apenas cuatro personas trabajando: dos para darle placas base al principio de la línea de montaje y otras dos para embalar la consola al final de ella. Todo el trabajo mecánico es realizado por robots procedentes de Mitsubishi Electric, que llevan desde 2018 creando estas máquinas a lo largo de los 31.4 metros de cinta transportadora.
En el texto se comenta que una de las tareas más complejas es la colocación de cables y partes flexibles, las cuales necesitan robots mucho más complejos. Para un humano puede ser fácil introducir un cable con la presión justa en un lugar concreto, pero para una máquina es una tarea compleja que necesita una calibración metódica y una tecnología muy concreta.
"Probablemente no haya otro sitio en el que puedan usar robots de esta forma", comenta un ingeniero de la planta a Nikkei. Hiroyuki Kusakabe, arquitecto de la planta va más allá: "He creado líneas de producción rentables". El objetivo de esta planta es sacar la máxima rentabilidad a una máquina que está en el final de su ciclo de vida, minimizando el coste humano de la misma y permitiendo ajustar el precio para que siga siendo atractiva para la venta con la nueva generación aporreando la puerta.
Es curioso que Ken Kutaragi, el denominado padre de la primera PlayStation, creó la máquina con el objetivo de que fuera muy fácil de montar y poder superar en precio a sus competidoras. Y eso es algo que se consiguió y dio el primer gran golpe de efecto en la historia del E3, con ese legendario "299".
Lo razonable es pensar que PS5 aún no tenga desarrollada una cadena de montaje idéntica, pero que exista un centro como el de Kisarazu hace posible que dentro de muy poco Sony lo aplique a la nueva máquina y pueda recortar aún más el precio de la misma.
Fuente.