Call of Duty: Black Ops 2 llegó en el momento indicado. Justo cuando el competitivo de Call of Duty empezaba a estar más en auge y su crecimiento no parecía conocer límites. Modern Warfare 3 llevó la competición de CoD a un plano que jamás se había vivido antes. Como bien os comentábamos en este artículo en el que repasábamos las principales características del multijugador de MW3 y cómo se sentía el juego a día de hoy, la competición creció como la espuma y se convirtió ya, de forma oficial, en un elemento sin el que Call of Duty no podía vivir nunca jamás. A pesar de que en el actual Modern Warfare esté reducida únicamente a los eventos que permite Activision y casi limitada a Estados Unidos y unos pocos países más alrededor de todo el mundo.
Black Ops 2, junto con Modern Warfare 2, es considerado grosso modo como uno de los mejores Call of Duty, por lo menos en lo que se refiere al multijugador. Y es que la secuela del juego de Treyarch que estaba centrado en la Guerra de Vietnam, ofrece un sinfín de posibilidades estratégicas a los jugadores y combina la posibilidad de crear un arsenal muy variado a los jugadores. De hecho, aquí fue donde empezó a nacer la personalización de las armas de CoD tal y como la conocemos a día de hoy: ya no solo se podían modificar un par de accesorios, sino que se podían seleccionar las ventajas que queríamos con mucha mayor amplitud y demás cosas que comentaremos a continuación.
Antes de empezar, el humilde redactor de este texto quiere dejar claro que MW2 y Black Ops 2 están en ex aequo. Es decir, que tanto uno como el otro son juegos que deberían estar situados en lo más alto de la saga CoD y considerados los mejores, pero comprendemos que para muchos usuarios uno sea superior al otro. Vamos a hablar sobre por qué Black Ops 2 es considera el mejor de la saga.
Mapas que se convirtieron en clásicos de culto
A diferencia de los mapas del actual Modern Warfare (que debe arrastrar a mapas de entregas pasadas para conseguir llamar la atención de sus jugadores en el multijugador) Black Ops 2 creó mapas que se convertirían en clásicos de culto instantáneos. Mapas de tres carriles en su gran mayoría con una estructura pensada para el competitivo, bastante similares a los de Modern Warfare 3, y con ubicaciones y zonas pensadas para los jugadores que portaban fusiles de asalto o francotiradores y querían tomar posiciones, pero a diferencia de otros Call of Duty, esas zonas eran muy accesibles y podían tomarse con gran facilidad.
Puede que el mapa que recordemos con más cariño de Black Ops 2 sea Hijacked y sus alocados puntos calientes, que nos llevaban por todo el barco y resultaba un poco caótico. Aunque Slums también es otro mítico que no podemos dejar de lado, como Raid o Standoff. Incluso Yemen. O los Buscar y Destruir de Cargo o Aftermarth. Y su versión de Nuketown también era todo un lujazo. Qué demonios, todos los mapas tenían su encanto y poseían una gama de colores muy viva que hacía que los propios mapas respirasen.
El nacimiento de Punto Caliente
El modo de juego que cambiaría el competitivo para siempre y marcaría una nueva modalidad obligatoria en prácticamente todos los Call of Duty venideros, con alguna excepción por el camino. Punto Caliente se ha convertido en uno de los modos más queridos por la comunidad, puesto que es frenético, adictivo y con mucho dinamismo en la partida, puesto que hay que ir constantemente de un lado para otro, rotando, para capturar los puntos calientes.
Rachas de bajas por puntos, mayor cooperación
Tradicionalmente, los Call of Duty daban rachas de bajas a los jugadores que realizaban verdaderas matanzas por el mapa. Pero eso, al fin y al cabo, era a costa de que muchas veces se dejasen de lado los objetivos, puesto que no aportan nada para conseguir, por ejemplo, un UAV. Con Black Ops 2 eso se cambió, porque se podían conseguir rachas de bajas capturando banderas, colocando o desactivando la bomba, recogiendo chapas en Baja confirmada, etc.
Los usuarios jugaban más a los objetivos y era un poco más sencillo ganar partidas. Se tenía que andar, de hecho, con mucho más cuidado, porque si dejábamos que el enemigo fuera tomando banderas, recogiendo chapas y demás, más rachas de bajas iban a tener ellos en comparación a nosotros. Además, los UAV nos ayudaban a acumular puntos también. Un método que se trasladó también al competitivo para premiar a los jugadores que hacían mejor trabajo en equipo y tomaban los puntos.
Time-to-kill perfecto
En Black Ops 2 no existía aquello de necesitar dos cargadores para matar a un enemigo. Ni tampoco moríamos de un solo tiro, era el time-to-kill perfecto. Sobre todo era algo que se notaba en el modo competitivo, donde para eliminar a un rival o hacer los clásicos pick, había que tener controlada el arma que estábamos usando y cuántos tiros tendríamos que darle para poder eliminarlo. Al contrario que, por ejemplo, Modern Warfare 2, donde nunca ha importado si estábamos usando un fusil de asalto o un subfusil puesto que todo mataba exactamente igual.
Personalización profunda de las clases
Como decíamos al inicio del texto, Black Ops 2 permitía que las clases pudieran modificarse a nuestro antojo. Pero ya no solamente las armas en sí, que también tenían una variedad de ítems bastante grande. Sino que podíamos combinar las habilidades según fuera conveniente y el estilo de juego que tuviéramos. Es decir, ya no era obligatorio llevar una ventaja de cada categoría, se podían seleccionar dos ventajas 1, o dos ventajas 2 y no llevar ninguna en la tercera.
Y lo mismo ocurría con las armas secundarias o las granadas letales y tácticas. Cada clase era un mundo y realmente aquí se sentía que los jugadores podían desarrollar un estilo muy personal de sus modalidades de juego y el modo en cómo afrontaban los mapas. Para cada mapa, una estrategia diferente. Y eso lo hacía único.
Un sistema de rankeds (modo liga) equilibrado y ajustado
El Modo Liga de Black Ops 2 era el sistema que permitía que los jugadores que quisieran tomarse el juego un poco más en serio pudieran evitar las partidas casuals. Además, también era algo ideal para poner en práctica tácticas y estrategias para usarlas posteriormente en el competitivo. Las rankeds, además, tenían un sistema de clasificación muy ajustado al nivel de los jugadores y, normalmente, los metía en las categorías correspondientes que tocaban, al contrario que otros juegos actuales que están teniendo bastantes problemas con el funcionamiento de sus partidas clasificatorias. Ningún otro Call of Duty ha sabido replicar de ninguna forma ese sistema de Modo Liga de Black Ops 2 con tanto acierto.