Norteamérica nunca ha sido una región puntera en la competición de League of Legends. La situación se ha visto acentuada en los últimos años en los que la igualdad entre el resto de grandes ligas ha ido aumentando hasta crear un ecosistema competitivo en el que parece que LPL, LCK y LEC pueden competir entre ellas con relativas garantías, aunque con prevalencia China.
Se ha hablado mucho de los motivos. No parecía lógico que una región fuera incapaz de desarrollarse en una liga franquiciada que da a los equipos las herramientas necesarias para hacerlo. Quizás faltaba trabajo de cantera o un entorno competitivo de segundo nivel a la altura de la European Masters de la que disfrutamos en la región.
Sin embargo, parece que la causa es mucho más sencilla y evidente de lo que parece. Según han revelado Nisqy y Zven, jugadores de un exitoso Cloud 9, los equipos no se toman en serio los entrenamientos. Sin dar nombres, han referido que buena parte de los grandes clubs de Norteamérica piden reiniciar las partidas si van mal o incluso abandonan intencionadamente la selección de campeón para conseguir información extra de forma poco ética.
Aunque no han señalado a los que lo hacen mal, si ha querido salvar de la quema a FlyQuest. Zven se ha deshecho en elogios y no parece casualidad que hayan sido sus rivales en la final: nunca llegan tarde, no piden reinicios absurdos y respetan a su rival. Casualidades de la competición o no, ambos fueron finalistas. Al final y como se ha dicho en la historia del deporte tradicional: se juega como se entrena.