Los dos últimos años, es decir, los últimos cuatro splits de LCS, han tenido a Team Liquid como campeón. El club de Steve Arhancet estaba dominando la región con puño de hierro durante cuatro temporadas, pero este split de primavera de 2020 ha puesto punto y final a su hegemonía en el League of Legends norteamericano.
La temporada comenzó fatal para el equipo, ya que un problema de visados les obligó a jugar sin su fichaje estrella de esta temporada durante las primeras jornadas de LCS. Mads "Broxah" Brock-Pedersen no pudo debutar hasta mediados de febrero. Si sumamos eso al mal momento de Yiliang "Doublelift" Peng, que incluso le obligó a acudir al banquillo durante un par de partidos, está claro que Liquid ha sufrido una tormenta perfecta.
Con todos estos problemas, Team Liquid llegó a la última jornada de LCS con un balance de 7 victorias y 10 derrotas. Una victoria les podría haber aupado a un cuádruple empate; sin embargo, les tocaba bailar con la más fea. Cloud9 ya era campeón de la temporada regular, pero una victoria más les haría lograr lo que un único equipo había conseguido hasta entonces: una temporada de 17-1 en LCS.
Un total de 45 minutos de encuentro en los que Team Liquid logró dos Barones Nashor, tres dragones de viento y 19 asesinatos; uno más que Cloud9. Sin embargo, los máximos favoritos por el título de primavera en Norteamérica se llevaron la victoria gracias, entre muchas otras cosas, a una composición preparada para fundir a los tanques.
Varus AP para aprovechar su habilidad pasiva, un Renekton con Hoja del Rey y un Rumble mid con Liandry y penetración mágica a más no poder. Esa fue la receta de un Cloud9 que acabó con las esperanzas de un batallador Team Liquid. El mejor noveno clasificado de la historia de la LCS junto con Clutch Gaming en 2018 y Dignitas en 2015 se queda sin playoffs.