Quizás llegaras anoche a casa ilusionado. El trabajo fue duro, en los pocos minutos que tuviste tiempo libre te enteraste scrolleando en Twitter de como el Gobierno sigue endureciendo las medidas de contención con el Coronavirus. Sin embargo, había una buena razón para disfrutar de esas pocas horas disponibles antes de irte a la cama y volver a la rutina a la mañana siguiente: Call of Duty: Warzone.
Lo pusiste a bajar mientras te preparabas algo de comida y al volver al salón te has dado cuenta de que esa barra de descargas apenas ha avanzado. Te frotas los ojos y ves un número entre 80-100 al lado de los gigas. Sí, Call of Duty Warzone pesa esa cantidad, pero llega a ocupar hasta 156 gigas en el espacio de consolas que pueden tener 500 como tope de almacenamiento si se han comprado al principio de la generación.
La descarga es mucho menor para quienes ya tengan Modern Warfare instalado en su consola, del orden de una o dos docenas de gigas. Eso sí, no ha sido la primera ocasión en la que Call of Duty tiene una descarga enorme preparada para los fans, ya que hace un mes el director de producción Paul Haile llegó a pedir perdón por la descarga de casi 70 gigas de un parche del shooter.
Y no es únicamente un problema de Activision y de Call of Duty, Ubisoft y su Rainbow Six Siege están en el punto de mira de los jugadores. Hace poco se añadió un parche de 70 gigas (más de 100 si usas texturas HD) con el objetivo de reestructurar el peso total del juego en la consola. Esto suena bien, pero lo cierto es que únicamente se redujo en 5 gigas el peso total de Rainbow Six Siege.
La inclusión del 4K ha multiplicado el peso de los triples AAA y juegos con varios modos de juego como Call of Duty: Modern Warfare no tienen más remedio que pesar mucho para acumular esa gran cantidad de datos de la que disponen. La evolución es natural, pero la obsolescencia de la actual generación es demasiado evidente.
A no ser que el dichoso Coronavirus tenga otro efecto colateral en el mundo de los videojuegos tras la cancelación del E3 de Los Angeles, la nueva generación de consolas de Sony y Microsoft está a la vuelta de la esquina. A finales de este año llegarán tanto la Xbox Series X como PS5, con sendos discos duros SSD.
La promesa es que los tiempos de carga se limiten sobremanera y que los mundos abiertos y los lobbys prepartida vivan un antes y un después. Sin embargo, estos sistemas de almacenamiento sólidos también son más caros y la forma de abaratarlos no es otra que limitar la cantidad de información máxima que pueden almacenar.
Si damos un paso adelante en cuanto a velocidad, pero se vuelve a crear un cuello de botella con los gigas disponibles en las consolas, serán dos atrás. Es cierto que algunas compañías afirman que en el peso total de los videojuegos hay información duplicada porque es más simple para nuestras actuales consolas acceder a esos datos "nuevos" que volver a buscar los antiguos, pero también es innegable que el peso de los juegos seguirá subiendo a medida que se logren nuevos avances tecnológicos. ¿Tendremos solo un par de juegos en nuestra consola de nueva generación?