Cada vez que hay un cambio de generación de consolas, tenemos en cuenta el precio que pueden tener los nuevos sistemas. Pero hay otro gasto que no se suele tener en cuenta y es muy importante: el de la televisión.
La potencia de las consolas de nueva generación como PS5 y Xbox Series X va ligado a tener una TV capaz de reproducir, con la calidad que merece, las bondades de los nuevos sistemas. Y es mejor ir pensando que, si queréis dar el salto a finales de año, vayáis preparando el terreno con una nueva televisión que consiga que os quedéis con la boca abierta.
El euroconector, el cable VGA, el cable HDMI, la alta definición HD, los 4K... y ahora, con PS5 y Xbox Series X, seguramente debamos tener en cuenta dos factores: la resolución 8K y los 120Hz de velocidad.
Es muy probable que vuestras teles actuales no tengan estas capacidades. Hay que tener en cuenta que las consolas actuales tienen entradas HDMI 2.0, que admiten un máximo de 4K y de 60 frames por segundo. Ahora, se dará el paso a los HDMI 2.1, que Microsoft ya ha confirmado que Xbox Series X tendrá, y que seguramente PS5 también tenga, para que así puedan alcanzarse los 8K.
¿Qué televisión necesito para jugar a PS5 y Xbox Series X? Si lo que queréis es alcanzar un máximo de calidad, lo suyo es que tenga la mencionada entrada HDMI 2.1 para que alcance resolución 8K. Eso es, a priori, lo más importante para que saquéis el máximo rendimiento de los nuevos sistemas.
El problema, es que, ahora mismo, las televisiones 8K valen un auténtico pastón. Pero a medida que pasen los meses y la fiebre, se irá regulando, como ya pasó con las teles HD, 4K...
Pero, tranquilos. Vuestras TV 4K permitirán disfrutar bastante bien de la experiencia, ya que, inicialmente, los juegos que alcancen los 8K será mediante 'trucos' con reescalados.