Los primeros Pokémon para Gameboy que vieron la luz a lo largo de los años 90 fueron todo un fenómeno a nivel mundial. Y es que el juego de Game Freak y The Pokémon Company se lanzaron a la par que internet empezaba a crecer de forma desmesurada. Los fanáticos de Occidente de los juegos de Pokémon, gracias a ello, no tardaron demasiado en darse cuenta de que existía un cuarto juego de Pokémon que no tenían en sus manos y que no habían podido probar: la edición Verde.
Las preguntas en los foros y la polémica no tardaron en salir a la luz: ¿Por qué no había llegado Pokémon Verde aquí? Resulta que en 1996, cuando se lanzaron las ediciones Rojo y Verde al mercado, llegaron repletas de fallos, bugs y sprites que nos permitían pasarnos el juego en menos de cinco minutos o incluso eliminar nuestra partida de forma errónea. Ese mismo año, en octubre, se lanzó Pokémon Azul para solucionar todos esos problemas. Una versión definitiva que ponían fin a todos los bugs y erratas de ediciones anteriores.
Fue entonces en 1998, cuando Pokémon Azul salía al mercado de Occidente. Un juego totalmente renovado y mejorado que no mostraba todos los errores que había cometido Game Freak con Rojo y Verde para perfeccionar su fórmula. No obstante, Rojo también se lanzó bajo el formato de Azul, con todo mejorado.
No tenía sentido entonces sacar Pokémon Verde más allá de Oriente, puesto que estaba repleto de bugs. Game Freak pudo volver a rehacer dicha edición más adelante con Gameboy Advance: Pokémon Verde Hoja (junto con Rojo Fuego, que era el pack que se lanzó originalmente en Japón en 1996), que ya, evidentemente, venía sin ningún tipo de sprite maligno ni tampoco bugs que pudieran hacer que la experiencia de los jugadores se viera frustrada.