Michaël Stora, un psicólogo y psicoanalista que fue uno de los miembros fundadores de ONMSH (Observatoire des Mondes Numériques en Sciences Humaines) ha explicado recientemente que la adicción a Fortnite que sufren algunos usuarios no debe ser tratarse eliminando a las personas la posibilidad de jugarlo, sino sustituirlo por otro,
Stora ha sido consultor de empresas como Ubisoft, Microsoft o EA y es autor de diversos libros sobre educación y videojuegos, como Télé et jeux vidéo, un bon dosage pour un bon usage (2010). Stora es consciente de que Fortnite puede funcionar para algunos usuarios como una especie de adicción. Y es que el battle royale de Epic Games está basado en la competición, lo que fomenta que los jugadores tengan la necesidad de jugar una partida tras otra para probar suerte y ver si ganarán en la siguiente.
No obstante, el psicólogo no cree que la solución sea prohibir jugar a ese videojuego, sino probar con otro para reconducir esa adicción. El videojuego predilecto para él es The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Según él, el juego de Nintendo puede ofrecer experiencias muy buenas a los jugadores y alejarlos de esa competitividad tóxica. Zelda: Breath of the Wild tiene mucha más profundidad jugable y está pensado para un jugador; para que este explora y se pierda en el inmenso y bello mundo que plantea la obra.
Sumergirse en esos lares es mucho más terapéutico y sano que las continuas exigencias a las que somete Fortnite a algunos de sus jugadores, que se ven sobrepasados por el ansia competitiva, como comentábamos, y empieza a afectar a sus hábitos de vida. La calma de Zelda: Breath of the Wild puede ser la mejor solución para desengancharse de Fortnite.