Disponible en PS4 y PS5, God of War Ragnarok no escatima en las opciones de accesibilidad y modos de dificultad disponibles para que tengas la experiencia más personalizada y cómoda posible según tu nivel de juego. Ten en cuenta que ningún trofeo en el juego está vinculado a la dificultad, por lo que será posible obtener el platino, ya sea que comiences en fácil o directamente en God of War.
God of War Ragnarok y su gestión de la dificultad
En general, si no le prestas demasiada atención y solo juegas normalmente, el título se sentirá bien equilibrado con algunos pequeños picos en el desafío, pero nada que te obligue a dejar de jugar. Pero cuando entramos en detalles, nos damos cuenta de que los jefes de la historia son mucho menos difíciles que los encuentros secundarios en las diversas áreas abiertas del mundo.
Esto es algo que sentirás especialmente durante las últimas horas del juego, cuando te enfrentarás a jefes finales que en última son menos tortuosos que ciertas manadas de enemigos enemigos. Esto no quita interés a los jefes que nos encontremos, pero sus patrones son mucho más legibles y cada una de las fases está marcada por un "punto de reaparición" si morimos.
Estás aquí solo por la historia
Es una pena, las peleas de God of War Ragnarok tienen mucho que ofrecer si te interesas un poco en su mecánica de RPG ligero y sus sinergias. No obstante, si insistes, los dos primeros modos de dificultad son perfectos si no eres un fanático de la parte de acción de esta nuevo God of War y simplemente quieres disfrutar del periplo de Kratos.
Si ya has completado God of War (2018)
Si disfrutas de los combates de God of War, limpiaste el 2018 de arriba a abajo y acabaste con la Reina de las Valquirias, entonces te recomendamos el modo difícil. Trae una pequeña dosis de desafío sin dejar de ser bastante asequible para un jugador de nivel medio.
Necesitarás un poco de exploración y buscar mejoras de equipo para mantenerte al nivel de los demás enemigos, pero nada insuperable.
Si quieres un desafío digno de un souls-like
Muchas cosas cambian en el modo God of War. Los enemigos golpean mucho más fuerte y las desventajas que te aplican los enemigos tardan más en desaparecer. Luego, cada monstruo puede mutar y, si la transformación se completa, sube de nivel y se vuelve inmune a los lanzamientos, lo que te impide hacer malabares con ellos en el aire.
Finalmente, las propiedades de sus movimientos cambian en este estado y los ataques con un círculo amarillo se convierten en ataques con un círculo rojo. Un cambio enorme que obviamente extenderá la vida del juego al pedirte que perseveres y reflexiones sobre tu build. Por último, ten en cuenta que una vez iniciado en esta dificultad, no podrás volver a ella si decides cambiarla por el camino.