Acto 3
La llama eterna
Este último es probablemente el relato mítico más corto, sin embargo, no tiene nada de fácil. Debemos escalar la montaña próxima al narrador mientras la tormenta de nieve nos pone en riesgo de morir de frio y nos obliga a encontrar fogatas para calentarnos. Tendremos enemigos de por medio de los que más vale que huyamos para encontrar rápidamente el siguiente fuego. Al llegar al final de nuestro recorrido se nos da la capacidad de rociar nuestra catana con brea y prenderla para hacer arder a los enemigos.