Hubo un tiempo en el que "no tener complejos" no era sinónimo de decir barrabasadas en redes sociales ofendiendo a colectivos ya bastante maltratados de por sí. Era una forma de que no hubiera autocontroles a la creatividad fruto de la vergüenza, o de los prejuicios que hay a intentar hacer las cosas de una manera distinta a lo marcado por los cánones.
Bayonetta 3 es justo eso. Es un juego que carece por completo de complejos, que tiene muy claro lo que quiere hacer, y que no se entretiene a pensar en cosas que otros títulos llevarían a rajatabla. Esta tercera entrega es una fantasía de poder, es el "porque puedo" y el "no hay huevos", pero usado todo ello para el bien.
Nosotros hemos jugado ya a Bayonetta 3, la esperadísima secuela de la bruja más famosa de los videojuegos, y os podemos contar en este texto qué nos ha parecido. Ya os adelantamos que todas las sospechas sobre recortes, problemas de desarrollo a causa del retraso y demás asuntos sospechosos, podéis dejarlos en la entrada.
Épica por un tubo
El bloque inicial de Bayonetta 3 es, sin lugar a dudas, de las cosas más épicas y grandilocuentes que hemos visto en un videojuego. Sólo se me vienen a la cabeza cosas del tipo Asura's Wrath, un juego de peleas de dioses que acabó lastrado por una mala gestión de la parte final, que quedó relegada a un DLC de pago. Platinum Games sabe que el listón está altísimo después de tantas batallas vividas con Cereza y compañía, pero logra que en menos de media hora te pongas a gritarle a la tele por lo que estás viendo.
La duda que te surge entonces es si aguantará el tipo el juego, y si seguirá la estela de Bayonetta 2, uno de los juegos con mejor ritmo de siempre. Y lo cierto es que sí que lo hace. ¿Cómo lo consigue? Pues dejándose llevar por completo. Por supuesto que tenemos hack & slash del bueno, que es la parte troncal del título, pero también hay una miríada de géneros y secuencias concretas que nos hacen pensar en todo tipo de clásicos de la industria.
Bayonetta 3 es tanto un homenaje a la saga más improbable, que es ella misma, como a un montón de películas, canciones, videojuegos y animes. Es un totum revolutum que además tiene una cantidad absurda de tropos, tanto propios y fieles a la saga (Enzo sigue siendo un patán, Luka ese ligón patoso...) como repetidos en mil historias antes que en esta tercera parte. ¿Y sabéis qué? Funciona.
Funciona porque, de nuevo, no tiene ningún complejo. No hay más objetivo que la diversión, el más inútil y noble de los objetivos. Tendremos bromas manidísimas, todo tipo de referencias picantonas y una historia con giros dramáticos que no podrían ser más predecibles. Esto podría ser un cóctel perfecto para el aburrimiento o para una parodia olvidable, pero nada más lejos de la realidad. Bayonetta 3 se toma tan en serio, que es imposible no entrar en su espiral de barrabasadas.
Cero spoilers, pero la recta final del juego, es una cosa espectacular. Es cierto que el título recuerda a ese momento mágico de "Cómo conocí a vuestra madre" en el que Barney comenta que, para salir de fiesta, las listas de reproducción forman un in crescendo que acaba con una gran traca final. Pues Barney cuenta que él ha confeccionado "Siempre a tope", una lista de reproducción que nunca baja el ritmo. Así es Bayonetta 3.
Jugablemente sigue siendo redondo, pero con aún más capas
Evidentemente, una pata fundamental para que el juego funcione es la sensación a los mandos. Si Bayonetta 2 refinó lo creado con el primer título, ese hack & slash frenético, el platino puro y el tiempo bruja, la tercera entrega añade una cantidad casi obscena de capas a todo esto. Sigue la variedad de armas con nosotros, pero ahora están ligados a una invocación.
En cualquier momento de la batalla podemos llamar a un demonio que convierta el juego en una pelea de bestias enormes. Un nuevo set de movimientos por cada monstruo, una transformación para Bayo y árboles de habilidades para cada arma e invocación. Una expansión que te permitirá expresarte de la forma más completa vista hasta ahora en la saga.
Estas impresiones se limitan a la primera vuelta al juego, pero tengo claro que el clímax infinito (el modo difícil habitual en la saga) va a ser una experiencia espectacular para los hardcore. La jugabilidad es rocosa, pero habilita todo tipo de florituras y permite que nos fusionemos con el mando, los sonidos de alerta de ataques y los estímulos visuales en pantalla.
Viola es un buen contrapunto a Bayonetta
Aunque si hablamos de novedades jugables, la más grande posiblemente sea Viola. Este nuevo personaje es jugable a través de una serie de fases concretas, creando una nueva dinámica de juego. Su tiempo bruja se activa mediante el parry y no con los esquives, habilitando una mecánica de riesgo-recompensa que te pedirá incluso más precisión.
Su personalidad es bastante decidida, pero también infantil. Ama el rock y su pasatiempo favorito son los dardos, los cuales ha incorporado además a su arsenal. Su invocación, Chesire, es una especie de animal de trapo gigante realmente gracioso que golpea bastante duro. Ah, y para llamarlo a la batalla, tendrás que prescindir de la Katana y golpear con los puños de una forma un poco menos eficaz.
Viola es una capa más en Bayonetta 3, siendo clave en la historia, pero también una forma distinta de jugar al título. Una de muchas, ya que las fases en las que el hack & slash se toma un descanso para sorprendernos son habituales, pero sin perder el hilo conductor que siempre será la acción.
La mejor calidad épica/teraflops
Es fácil dejarse llevar con Bayonetta 3, porque es un título que invita al engorilamiento masivo, pero también tiene sus cosillas no tan positivas. Empecemos por lo obvio y en lo que no tiene culpa Platinum Games: Nintendo Switch seguirá vendiendo a espuertas y justificará todo, pero que un titulo con un foco tan obvio en la espectacularidad nos obligue a ver texturas de hace un par de generaciones, no ayuda al videojuego. El trabajo artístico está ahí, especialmente en las cinemáticas clave, pero es imposible no pensar que el nivel general del juego se merecía mucho más técnicamente.
Bayonetta 3 intenta muchas cosas, algo que hay que aplaudir, pero no todas las cosas llegan a puerto. Sí la mayoría, eh, pero hay alguna fase adicional que se siente un poco torpe a los mandos. Son tantas, y en todas hay unos controles distintos que, por mucho que se sobreimpresionen de forma permanente, hacen que la primera pasada al videojuego no sea tan satisfactoria como si supiéramos esos controles desde el inicio.
Ficha completa
- Título: Bayonetta 3
- Desarrolla: Platinum Games
- Distribuye: Nintendo
- Idioma: Textos en español
- Fecha de lanzamiento: 28 de octubre de 2022
- Plataformas: Nintendo Switch
- Precio: 59,99 €
Ya hemos jugado a la secuela del X-COM de Mario junto con los conejos de Ubisoft. Está a la altura y, aunque tiene algún asunto mejorable, se trata de un gran videojuego.
