Estamos en un momento en el que las obras creativas tienen el nivel más alto. Tengo que pensar mucho para dar con una película, juego o libro que sea directamente malo, que no tenga algo valioso que te entretenga o te haga pensar. Quizás sea que este aluvión de calidad nos ha hecho insensibles al trabajo bien hecho, a las cosas que están genial, pero ya.
No sé si busco justificarme, pero en las primeras impresiones de Cult of the Lamb hablé de cómo era un título inteligentísimo, bien construido y que buscaba solucionar los problemas de hastío que han empezado a entrarle al género de los roguelikes. Hoy, tras haberlo finalizado este pasado fin de semana y haber tenido el día de ayer para reflexionar, tengo claro que me pasé de frenada al tildarlo de candidato al GOTY.
No es que Cult of the Lamb sea un mal juego, y de hecho me mantengo en la práctica totalidad de lo que conté hace esas semanas. Simplemente, el juego, gustándome mucho y siendo tremendamente pulido en lo jugable, mecánico e incluso filosófico, se queda sin punch. Quizás es un problema de expectativas, como ese profesor que se enfadaba más con el que era de sobresaliente y bajaba al notable, que con el que volvía a suspender.
Cult of the Lamb se presentó en nuestros PCs con una demo muy bien parida. El primer trozo del juego, idéntico a lo que yo mismo probé en la preview, es lo que estaba disponible de forma gratuita para todos los jugadores. En ese momento ya se podía ver todo lo bueno del juego: combate ágil, sistema de construcción, necesidad de cuidar a los sectarios... Todo ya estaba allí.
Y quizás ese es el problema. Tras las 11 horas que me llevó completar el juego, he podido ver nuevos biomas, nuevos edificios y mejoras para el cordero, así como conocer a nuevos personajes. Y la realidad es que no ha sido muy distinto a lo que ya había visto. Hay nuevas funciones, se pueden automatizar algunas tareas como recoger cacas (gracias a Dios), o incluso llevarte a súbditos a las cruzadas. Pero la realidad es que no dejan de ser cosas esperables.
¿Esto quiere decir que está mal? No necesariamente. El juego está genial escrito, la traducción es muy divertida, los sistemas tienen sentido, y en general, me lo he pasado estupendamente. Pero al final te quedas con lo que pudo haber sido, y lo que finalmente no ha acabando siendo.
Digo esto porque todo lo que no sea jugar en niveles de dificultad elevados es un paseo. Con la mayoría de mi zona de secta sin construir, jugando sin volverme loco, y sin optimizar la búsqueda de recursos en las cruzadas, tengo a mi personaje al máximo de sus capacidades. El combate final fue un paseo, y creo que las únicas veces que morí fueron cuando me quedé con armas que no dominaba.
Hay momentos en los que Cult of the Lamb juega con estos sistemas, alterando la paz imperante en la secta, haciendo que tengan hambre, o que se pongan enfermos. Este asunto, que podría ser realmente interesante, deja de serlo pronto. Porque no es complicado tener mucha comida, y pronto podrás automatizar casi todos los problemas de la secta.
Si les tienes cariño a tus cultistas, será porque te hace gracia que sean furros, porque el juego siempre te motiva a explotarlos al máximo. Pronto dejan de ser compañeros y aliados, a recursos. Y si te molesta que les hagan daño, es porque entonces quizás pasas a tener un sectario menos generando devoción, una de las monedas del juego.
Si me molestan estas cosas, es porque a Cult of the Lamb me sale pedirle más. Esto no se verá reflejado en la nota, porque me lo pasé como un enano mientras el mando estuvo en mis manos. La finura de los controles, el apartado gráfico y la cantidad enorme de risas que alumbrará el juego están ahí, a prueba de bombas.
Eso sí, a día de hoy, me cuesta pensar en Cult of the Lamb como en uno de los imprescindibles del año. Es un buen juego, incluso un gran juego por tener la inteligencia de mezclar estos dos géneros. Pero tengo la certeza de que no será uno de los que me acuerde en diciembre, cuando toque repasar los GOTY.
La Ficha Completa
- Título: Cult of the Lamb
- Desarrolla: Massive Monster
- Distribuye: Devolver Digital
- Idioma: Textos en español
- Fecha de lanzamiento: 11 de agosto de 2022
- Plataformas: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Switch y PC
- Precio: 22,99 euros