El Karnöffel es el juego de cartas europeo más antiguo del que se tiene constancia. Las referencias más tempranas lo colocan ya a mediados en el siglo XV como un entretenimiento propio de las diversas ferias que se celebraban en zonas que hoy pertenecen a Alemania. Este juego es interesante por su fecha, pero aún más por lo que afirmaba en sus reglas. De forma coetánea a los grandes Reyes, la Inquisición y ese catolicismo imperante, este juego permitía que un Kaiser ganase a un Rey, o que el Demonio venciera al Papa.
Esa capacidad subversiva del Karnöffel es lo que le ha hecho perdurar en el tiempo, además de la Jota, carta icónica que ponía el nombre al juego. Podemos pensar que los juegos de cartas son uno de los tipos de juegos de mesa más básicos y planos, ya que no dejan de ser una mezcla de aleatoriedad y de matemáticas, pero hemos tenido suficientes casos de mundos construidos alrededor como para no hacerlo.
Magic, el juego de cartas fantásticas más popular del planeta no deja de ser un gran quilombo de planos, hechiceros y magia, mientras Yu-Gi-Oh nos hablaba del poder de las cartas para atrapar seres y de la mística asociada a las creencias egipcias. Pero si volvemos a usar el adjetivo "subversivo", lo mezclamos con las cartas y añadimos el término "videojuegos", hay que hablar de uno de los mejores juegos del año sin ningún tipo de dudas: Inscryption.
El juego que quiere ser juego
Pocos autores tienen un sello autoral tan fuerte en los videojuegos y un afán tan grande de hacer avanzar a su lenguaje y mecánicas como Daniel Mullins. El creador de Inscryption captó la atención de todo el mundo con su 'Pony Island', una obra que buscaba interpelar al jugador de una forma algo distinta a 'Stanley Parable' que posteriormente hemos ido viendo en otros títulos, como podría ser el genial 'Superhot'.
Pero Mullins también ha mostrado tanto en 'Pony Island' como en su posterior 'The Hex', sus ganas de jugar con los géneros y las expectativas jugables. No sólo estamos frente a un creador que busca dar giros locos e inesperados a sus juegos, sino contar algo con sus mecánicas y hacernos sentir lejos de esa zona de confort en la que se han convertido los videojuegos hoy en día. Ayer mismo estuve viendo un rato a Alexelcapo, concretamente su podcast, y hablaba de como el MMO de supervivencia zombi 'The Day Before' le daba la sensación de "haberlo jugado ya". Y esto es algo que nos sucede a quienes jugamos a muchos juegos.
Pues esto es imposible que te suceda con los títulos de Daniel Mullins. Más allá de su ambición, su calidad en el uso de los gráficos o las mecánicas puras, sus videojuegos te sacan de la zona de confort. Y precisamente Inscryption mejora todo lo que Mullins podía mejorar como son las mecánicas concretas de juego o la narrativa. Todo ello manteniendo los sellos de la casa.
Una experiencia única
Percibiréis a lo largo de este texto que no voy a meterme demasiado a hablar sobre el juego o lo que sucede en él. A pesar de que los últimos vídeos del juego muestran un poquito más sobre fases avanzadas del mismo, os recomiendo dar este salto de fe tan grande que os pido. Y digo tan grande porque esta nota de arriba es la más alta que servidor ha puesto nunca a un juego en esta santa web.
Pero si me hacéis caso y entráis a Inscryption de forma virginal, o al menos todo lo que se puede tras conocer cómo son los juegos de Mullins, encontraréis una experiencia única. Esto es así porque parte de una idea base ya lo suficientemente atractiva como es un secuestro durante el cual te obligan a jugar a las cartas, pero que no deja de crecer en tamaño, calidad y significado a cada robo que hagamos del mazo.
Aunque os pido un salto de fe, no os voy a dejar sin saber cosas que son vox populi al estar disponibles en la demo que se ha publicado en Steam. El juego de cartas parte de una premisa básica como es el uso de distintas bestias con puntos de ataque y de vida, y el final de la partida tras superar en cinco daños el de nuestro rival al acabar un turno. Las bestias tienen costes de sangre, es decir de sacrificio a lo Yu-Gi-Oh, o de huesos, generados por las muertes de nuestras cartas.
A esto se le suma un componente de roguelike, que nos va haciendo añadir y mejorar ciertas cartas en nuestro mazo a lo largo del camino que vamos recorriendo sobre el tablero que nos propone nuestro captor. Eso sí, el componente roguelite, es decir, que se mantiene entre partidas, está cuando nos levantamos de la mesa. Porque sí, se nos permite levantarnos entre batallas.
Y en esa habitación podremos encontrar puzzles que nos recuerdan tanto los clásicos juegos flash de 'Saw', como 'The Room' y la plétora de imitadores que le salieron. Eso nos hará desbloquear ciertas cartas para siempre, o incluso objetos que pueden acabar siendo claves en nuestro éxito.
El tema de Inscryption: la relación jugador-juego
Pero hay mucho más; muchas horas de juego, muchas nuevas mecánicas y muchos giros de guion. Pero una vez que vas completando el videojuego te das cuenta de que todo estaba allí: en esa primera mano que jugaste, en esa cabaña en el bosque y en esos personajes que conoces. La historia es mucho más de lo que parece, pero tras completarlo, te darás cuenta de que no es en absoluto un título tramposo, o que quiera jugar contigo y darte giros como una atracción de feria, de esos que te dan sensación de movimiento pero que no te llevan a ningún sitio.
Inscryption es un título que hace referencia a otros grandes del sector, pero no tanto los líderes en ventas, como especialmente aquellos que Mullins considera que lo hicieron avanzar la relación entre jugador y juego. Por no hablar de las horas y horas que ha tenido que estar jugando a diversos títulos de cartas el bueno de Daniel para parir un juego con una base increíble, pero que incluso crece de formas impresionantes a medida que vamos avanzando y que sonrojarían a la mayoría de roguelikes de cartas, un género que tan de moda está.
La ficha completa
- Título: Inscryption
- Desarrolla: Daniel Mullins
- Distribuye: Devolver
- Idioma: Voces en inglés y textos en español
- Fecha de lanzamiento: 19 de octubre de 2021
- Plataformas: PC (Steam)
- Precio: 19.99 euros.