Los videojuegos son hijos del mundo que los alumbra en 2021 bebe a todas luces de la actualidad que vivimos más allá de la pantalla. Por eso ahora más que nunca abundan los futuros distópicos, las historias apocalípticas y, en general, las historias que no pintan nuestro futuro más inmediato de la mejor manera posible. Ese es el contexto que ha servido a Bandai Namco alumbrar su último RPG, el esperado por muchos, pero desconocido por más, Scarlet Nexus.
Se trata de una aventura en un futuro casi apocalíptico en el que la humanidad corre peligro. Hay toques cyberpunk, un diseño artístitico acertadísimo y una historia con más giros que Verano Azul. Y todo ello además de las mecánicas jugables y los secretos que esconde esta producción nacida con la idea de ser transmedia, hasta el punto de que el 1 de julio se estrena un anime basado en esta licencia.
Antes de eso, desde el 25 de junio, llega la versión final de Scarlet Nexus a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y PC. Se trata de un interesante RPG que quizás no sea para todos los públicos, pero que es capaz de entretener durante más de 25 horas de juego con su rico universo, un sistema de combates que gana en profundidad conforme se avanza, y un argumento interesante, aunque a veces se haga algo duro de seguir. Por supuesto, hay muchas aristas que explicar en todo esto, pero tranquilos que vamos a por ellas a continuación.
De esta forma en la producción de Bandai Namco viajamos a un futuro de ciencia ficción con tonos cyberpunk. En este futuro la humanidad esta amenazada por la presencia de los Alter, una suerte de mutantes que provienen de las alturas y se alimentan de cerebros humanos. Por supuesto, tienen toda suerte de poderes especiales. Afortunadamente la humanidad no está sola, sino que ha conseguir también desarrollar poderes especiales con un pequeño ejército de jóvenes capaces de enfrentarse a la amenaza, la FSA. Lo malo es que estos poderes disminuyen con la edad, con lo que estos soldados van atiborrados de medicina antienvejecimiento que les hacen parecer chavales, aunque en realidad tengan décadas de vida.
Con estas nos toca elegir entre Kasane o Yuito, los dos protagonistas de la aventura, que tiene poderes similares, telekinéticos, pero diferentes armas. La primera tiene cuchillos y el segundo una gran katana, lo que condiciona la forma de jugar con cada uno de ellos. Ambos tienen historias paralelas, y además se irán entrecruzando a lo largo de la aventura. Por supuesto, al inicio de Scarlet Nexus tendremos que elegir qué camino queremos seguir. De esta forma Bandai Namco se asegura algo de rejugabilidad, ya que aunque ambos personajes comparten muchas zonas comunes, e incluso elementos jugables, hay elementos de la historia, personajes y múltiples detalles que difieren entre ellos, para que tenga sentido volver a pasarse este título más allá del primer playtrough.
Esta premisa resulta interesante, y da para mucho conforme avanza la historia. El problema es que la narrativa acaba pecando de ser demasiado estática y compleja, haciendo que como jugadores haya momentos de desconexión absoluta por lo que nos cuentan. Y es que entre los constantes giros de guión, las conversaciones con viñetas casi estáticas y la duración de ciertas secciones de narrativa, hay momentos en que todo Scarlet Nexus se parece más a una visual novel, de esas tan típicas japonesas, que a un action RPG como el que nos ocupa. Por supuesto, todo es cuestión de gustos en este sentido, pero lo cierto es que en nuestro caso hemos disfrutado mucho más con las secciones de gameplay.
Por supuesto todo comienza simple, como si se tratara de un yo contra el barrio con unos pocos combos. Sin embargo, a medida que avanzamos en el juego van añadiéndose más y más capas de profundidad a la jugabilidad, para hacer que las batallas de Scarlet Nexus acaben siendo el punto central de toda la ecuación en esta propuesta de Bandai Namco. De entrada podremos hacer una suerte de combos algo limitados, y usar los poderes telekinéticos de los protagonistas para lanzar objetos aquí y allá. También hay un modo turbo que dura tiempo limitado y ralentiza a los enemigos. Pero tras unas horas de juego tendremos muchas más posibilidades, con esquivas, distintas habilidades, y mejoras hasta a los objetos que podemos mover.
A esto hay que unirle que nuestros aliados también pondrán sus habilidades y magias a nuestra disposición en combate. Puede que no sean los compañeros de aventuras más inteligentes que hemos encontrado en un juego de este tipo, pero ayuda a tener a nuestra disposición más habilidades, como invisibilidad teletransporte, hipervelocidad y mucho más... Además aquí hay que tener en cuenta que entre capítulos de la aventura podremos socializar con ellos, y que ahí se forjará un vínculo (con escenas de corte incluidas), que nos permitirá utilizar más y mejor estas habilidades únicas de nuestros compañeros de aventura en Scarlet Nexus.
La siguiente capa de sofisticación vendría dada por la aparición de enemigos incrementalmente más complicados, con una variedad más que aceptable y que, además, al combinarse, multiplica la complicación de cada combate, obligándonos a planificar movimientos, ahorrar energía y priorizar ciertos personajes por delante de otros. Todo esto hace que la jugabilidad de Scarlet Nexus en lo que a combates se refiere sea de lo más ágil y dinámica, con un punto de accesibilidad inicial, y la dosis de complicación justa para saber mantener el interés. De hecho esta es la parte que más nos ha gustado de la propuesta, y a la que menos pegas se puede encontrar. Por supuesto, una vez más, hay que ser conscientes del tipo de juego que es Scarlet Nexus para poder disfrutar de ello.
Quizás lo que falla un tanto es la exploración, con entornos mucho más desiertos y lineales de lo que nos gustaría. Además, conforme avancemos los entornos comenzarán a repetirse y dejarán de ser tan 'novedosos' e interesantes, haciendo que la parte de acción de la propuesta destaque aún más dentro de las líneas generales de esta producción, aunque no creemos que la exploración estuviera pensada nunca como elemento central de la propuesta. Esta repetición también afecta en buena medida a la rejugabilidad que Bandai Namco prometía con la dualidad de personajes, haciendo que apetezca menos volver a repetir aventura.
Apartado técnico, artístico y acabado
Scarlet Nexus es un juego redondo, con un acabado visual interesante, enmarcado en un mundo distópico y cyberpunk de lo más interesante. Además en las consolas de nueva generación se mueve a 60 imágenes por segundo, lo que convierte sus combates en un auténtico desfile de efectos y momentos espectaculares. Por supuesto, no se trata del título que más explota las posibilidades de PS5 y Xbox Series, pero sí que luce un diseño acertado, con escenarios repletos de detalles. Se podría decir que echamos de menos algo más de interactividad, o un mayor tamaño de los entornos, así como algo más de variedad, pero eso ya sería rizar el rizo. En líneas generales lo que hace este título es sentar las bases de una posible franquicia, creando una imaginería propia, un universo creíble, personajes convincentes e interesantes... Y todo va acompañado de un acabado gráfico a la altura.
La factura sonora acompaña de la misma manera, con una buena banda sonora que es capaz de mezclar distintos en función de lo que estemos haciendo con dubstep o incluso rock para los momentos más frenéticos, sin ir más lejos, o baladas de piano y tranquilidad para cuando bajan las revoluciones. No serán las melodías más épicas del género, pero sirven a su propósito. Por supuesto, podemos escoger entre diálogos en inglés o japonés, con subtítulos en castellano, lo que siempre es de agradecer.
La ficha completa
- Título: Scarlet Nexus
- Desarrolla: Bandai Namco
- Distribuye: Bandai Namco
- Plataformas: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y PC
- Precio: 59.99€ (consolas), 49.99€ (PC-Steam)