Resulta bastante interesante el momento en el que Chronos: Before the Ashes ha decido lanzarse a una versión estándar, escapando de los límites de la realidad virtual (límites porque, siendo realistas, el grueso de los jugadores reside el método de juego, digamos, estándar). Un momento en el que la nueva generación está en pleno auge y PS5 presume y deslumbra a partes iguales de un Demon's Souls Remake que luce a las mil maravillas y que ha abierto las puertas a un montón de nuevos usuarios para unirse a la saga Souls. Incluso algunos han descubierto, ahora, que ese Demon's Souls es el primero de la saga, y no Dark Souls. Este segundo funciona como piedra angular de la esencia de todas las entregas, dado que Miyazaki aquí perfeccionó la fórmula que presentó con aquel título de 2009. Y ese pulido que se ha ido realizando con el paso de los años hasta llegar a Dark Souls 3, puede percibirse a la perfección gracias a que Bluepoint Games no ha modificado, casi en absoluto, ni una pizca la jugabilidad de aquel, ni su historia, ni tampoco sus caminos ni funcionamiento del juego, en general.
Chronos: Before the Ashes fue concebido en sus orígenes como un juego destinado a la realidad virtual. Un formato en el que la fórmula Souls podía encajar bien, dado que no estaba (ni está) demasiado explotado en esos lares, que más bien se usan, en lo general, para los first person shooters u otras experiencias que puedan sumergir mucho más a los usuarios. Con este salto a la tercera persona estándar, jugando con mando y televisión, lo cierto es que se le han visto las costuras quizá más de la cuenta al título de THQ Nordic y Gunfire Games. Chronos, que nace de esa misma raíz de Dark Souls, como muchos otros juegos estos últimos años que intentan llevarse a la boca un trozo del pastel que cocinó Miyazaki, pero esa receta solamente la puede elaborar con éxito From Software, a pesar de que haya títulos que compartan género que tampoco están nada mal.
Como decíamos, Chronos parte de una base fantástica que nos pone en la piel de un elegido, que debe acabar con un dragón para cumplir la profecía y que el mundo, o mejor, su pueblo, vuelva a brillar como antes. Es la típica historia de cuento que nos podrían contar una y otra vez y seguiría funcionando, porque es efectiva, porque nos la creemos y porque nos encanta que nos pongan en la piel del héroe que debe salvar a todos. Arrancamos el juego con un sistema de personalización un tanto limitado que nos permite elegir diferentes facciones de nuestro personaje, y una vez arranca... Chronos te tiene pillado por el pellejo.
Como os podréis imaginar, si habéis visto algún tráiler o ya estáis familiarizados con él, Chronos no despliega un nivel de gráficos despampanante, ni tampoco lo pretende ciertamente, puesto que está diseñado con un corte artístico de cuento de hadas, de pura fantasía. Sin embargo, hay algo oscuro en él. Lo que nos ha sorprendido más de Chronos ha sido la capacidad que tiene su puesta en escena para capturarte, para hacerte ver que aunque sea una historia que has podido ver y oír ya hasta la saciedad, tiene algo magnético que hace que realmente le metas ganas a todo lo que estás haciendo. Sin hacer demasiados spoilers, los primeros compases del juego nos sitúan en una especie de base infestada por seres malignos. Llueve, la tormenta es tremenda y la electricidad no funciona del todo bien en determinados sectores de la base. Aunque no estemos en Alien Isolation ni nada por el estilo, trasladar una atmósfera así de opresiva que se hizo originalmente para VR, no es una tarea sencilla, pero THQ Nordic lo soluciona con total solvencia.
Entrando ahora en la jugabilidad de Chronos, qué os vamos a contar que ya no sepáis. El título tiene ese sistema de combate de los Souls: un escudo en una mano, una espada en la otra, un botón para marcar al rival, uno de esquiva y la clave está en atacar el enemigo memorizando sus ataques y patrones de comportamiento. Eso sí, olvidaos de la agilidad que tienen los juegos de Miyazaki, por lo menos en lo que se refiere a Dark Souls 3, porque Chronos es bastante más lento y tendremos que tener paciencia en cada combate. Aquí no vale aquello de matar a los rivales de un golpe o de esquivarlos a todos como si no pasase nada. O enfrentarnos a muchos a la vez si vamos lo suficiente chetados y con el equipo mejorado. En Chronos cada rival es duro de roer y cada golpe de espada se siente como un triunfo, por lo menos con los enemigos de mayor dificultad que sí pueden ponernos contra las cuerdas.
Por supuesto, y como ya habréis podido leer, Chronos también posee un sistema de progresión que permite a los jugadores personalizar un poco más a su personaje. Subirle la fuerza, la vida, resistencia y demás será opción nuestra totalmente, así como, también, mejorar nuestras armas y equipo para que estas sean mucho más eficaces contra los enemigos. A medida que pasemos zonas la cosa irá haciéndose más complicada, de modo que os recomendamos poneros al día con los puntos de habilidad que vais desbloqueando para poder avanzar con más tranquilidad.
Puede que Chronos: Before the Ashes no se lance en el mejor momento, desde luego, porque todo el mundo tiene la vista fijada en Demon's Souls Remake, pero si por lo que sea no has pasado de generación y quieres continuar explotando la fórmula Souls y descubrir una historia de fantasía medieval pura (combinada, eso sí, un poco con la ciencia ficción), puede que el juego de THQ Nordic sea tu mejor opción ahora mismo.
Ficha completa
- Título: Chronos: Before the Ashes
- Desarrolla: THQ Nordic y Gunfire Games
- Fecha de lanzamiento: 1 de diciembre de 2020
- Plataformas: PC, Xbox One, PS4, Nintendo Switch
- Precio: 29,99 €