It Takes Two es un juego diferente. Y además lo es por las razones adecuadas, y en muchos sentidos. Para empezar se trata de un indie con hechuras de juego grande en cuanto a duración, magnitud y acabado. Podríamos seguir con que se trata de un juego que solo se juega de forma cooperativa con otro usuario, y mucho mejor si compartes habitación con el otro jugador, algo que tampoco se estila en los tiempos que corren. Y para terminar estamos ante un juego con mensaje, y que además cuenta con una variedad de situaciones, localizaciones y momentos que pocas veces hemos visto en otros títulos de corte similar. Podría decirse que Hazelight y Josef Fares lo han vuelto a hacer.
Josef, quédate con tus 1000 dólares
A mediados de febrero Fares, la mente detrás de este juego, y antes de A Way Out y Brothers: A Tale of Two Sons, se lanzó a la piscina y prometió 1000 dólares a los jugadores que no se aburran jugando a It Takes Two. Hoy, tras haber jugado al juego en profundidad, os podemos decir que le lanzamos a la cara ese dinero, y que nos quedamos con su último juego, un delirio digno de Pixar por su acabado técnico y su mensaje, pero que además consigue pegarte al mando en la compañía de otro jugador, de la mejor forma posible, durante las más de 10 horas que puede durar la aventura.
La premisa es simple en lo que ha historia se refiere. Cody y May son una pareja con una hija, Rose. Con el desgaste de los años y los roces del día a día se han ido distanciando, hasta tomar la determinación de decidir divorciarse. Esto lo escucha su hija desde la ventana y acude al libro del amor para pedirle que sus padres no se separen. Lo que no sabía la niña es que el libro era mágico de verdad (y que se llama a sí mismo Dr. Hakim) y acaba pasando las conciencias de sus padres a dos muñecos que hizo su hija, con el objetivo de demostrarles sus errores y reavivar la llama del amor entre ellos. Una historia típica, pero que en It Takes Two se trata de manera bastante inteligente, uniendo a la vez la temática del nivel en términos amorosos, con mecánicas de juego, haciendo que todo gire en torno a los muchos problemas cotidianos que la pareja ha tenido, y tiene, a lo largo de los años.
Sirve además para dar cierta cohesión a la aventura de It Takes Two, que nos lleva del sótano, a las entrañas de un árbol plagado de avispas, una habitación que lo mismo es una zona espacial que un castillo medieval o, incluso a una suerte de discoteca. Por supuesto no se trata del guión que vaya a llevarse más premios de los últimos años, pero Fares y su equipo no han creado este juego para revolucionar la industria, sino para recordarnos que los juegos, con amigos, siempre son mejores. A lo largo de su narrativa hay clichés, pero también giros, chistes, momentos emotivos... y tras jugarlo entendemos por qué Fares dice aquello de que "es mejor jugarlo con tu ser amado", ya que al hacerlo todo se vuelve un poco más trascendente y va más allá de la sucesión loca de situaciones.
Mil y un situaciones, todas diferentes
La constante que se mantiene durante toda la aventura de It Takes Two es que no hay 5 minutos iguales a los 5 anteriores. Hazelight ha creado infinidad de mecánicas únicas que, si bien no son demasiado profundas, sí que le vienen como anillo al dedo a la acción y hacen que tengamos una constante sensación de novedad, e intriga por saber 'qué viene después'. Es cierto que no todas las situaciones son tan estelarmente divertidas como otras, pero básicamente podría resumirse en una sucesión de situaciones del propio título. En un momento dado un jugador estará controlando un avión hecho con gayumbos, mientras el otro dispara a ardillas enfurecidas en una escena que recuerda a las escenas de la Estrella de la Muerte de Star Wars. Después uno de los jugadores estará en las alas, peleando al más puro estilo street fighter con una ardilla (medidor de vida incluido), y de ahí saltamos a un ejercicio de coordinación en el que la posición de cada jugador afecta a la dirección de nuestro vehículo. Todo eso, que son tres mecánicas únicas que después no se vuelven a repetir en todo el juego, son solo poco más de 5 a 10 minutos de It Takes Two... Y el juego de Fares y compañía dura más de 10 horas.
Es maravilloso como It Takes Two se reinventa y retuerce a lo largo de toda su narrativa para hacer que cada nueva situación tenga sentido y que, además este unido con la historia y la situación de Cody y May. Las sorpresas son continuas y, aunque en ocasiones el ritmo decae por no acabar de hacer click alguna mecánica, lo cierto es que la atención y las ganas de jugar siempre están en lo máximo por la continua revolución de la jugabilidad. Lo único que se mantiene es que en casi todo momento hay dos personajes en pantalla, casi siempre con el punto de vista dividido de forma horizontal. Más allá de eso Hazelight juega con todas las posibilidades para presentar algo verdaderamente único.
En las primeras presentaciones de It Takes Two Fares anunció que inventarían un nuevo género para este título, pero lo cierto es que no ha llegado a tanto. Esta es una aventura en la que predominan las plataformas y los puzles. Además es completamente lineal (no hay decisiones, ni caminos alternativos), con diversos momentos de exploración abierta e interacción con los escenarios. Sin embargo, más allá de estas líneas maestras el juego se mueve con una gran libertad para sorprendernos cada poco tiempo.
Minijuegos, minijuegos, minijuegos
Y es que la totalidad de la aventura de It Takes Two podría considerarse como una gigantesca colección de minijuegos que van unidos a una narrativa. Esto es cierto, pero aún así hay espacio para sorpresas, como son los 25 minijuegos que enfrentan a los dos jugadores y que, al igual que la jugabilidad, son únicos entre sí. Hazelight ya demostró con A Way Out un gusto por este tipo de actividades extra como incentivo a la exploración, y ahora van a tope a por ello, hasta el punto de que no hay nigún tipo de coleccionable más allá de los minijuegos y la propia experimentación con el escenario, que nos reserva un montón de sorpresas. Porque el jugador curioso descubrirá montones de referencias, actividades y detalles con los que podrá interactuar de alguna manera, ya sean referencias a otros juegos, como la posibilidad posar en un escenario y tomar fotos, dibujar con el mítico tele-sketch... Como pasa con la jugabilidad en sí, la variedad es brutal y las sorpresas son constantes, hasta el punto de que la renovación continua acaba erigiéndose como centro de la función.
Esto es, a la vez, bueno y malo, porque hace que cuando hay un cambio brusco de mecánicas sea bien recibido (sobre todo si se explican tan bien como en It Takes Two, que no es sencillo). Sin embargo es malo porque cuando una mecánica no acaba de entrarnos, estemos contando los segundos para que llegue la siguiente, lo que evita que disfrutemos del viaje tal y como deberíamos.
Controla tu muñeco
En términos jugables It Takes Two también raya a un gran nivel, permitiéndonos dominar cada giro jugable con gran facilidad y usando un número mínimo de botones. Al fin y al cabo la complicación de la propuesta no es la habilidad con el mando en las manos, sino nuestra capacidad de cooperación con la persona que comparte partida con nosotros, sea en el sofá, como a través de internet (ya que podemos invitar a otro jugador a nuestra partida, aunque no tengamos el juego). Como hemos dicho la profundidad de cada actividad es limitada, pero a la vez durará lo justo para que no nos aburramos de ello. El juego explica los controles con gran habilidad y no habrá ningún tipo de problemas en hacernos con el control de Cody y May.
Eso sí, hay que tener siempre en mente que It Takes Two solo se puede jugar en modo cooperativo, y además desde el equipo recomiendan jugarlo con alguien de manera presencial, para potenciar las interacciones entre los jugadores. La voz es parte fundamental de la ecuación, y hay múltiples situaciones que requieren que los usuarios 'canten' su próximo movimiento para poder seguir avanzando. Además su historia tendrá mucha más pegada y sentido si juegas con tu pareja, que con un/una simple amiga o compañero de piso, por ejemplo, ya que toca temas que posiblemente os afecten de una u otra forma, haciendo que toda su narrativa trascienda más allá de la pantalla.
Apartado técnico
It Takes Two funciona a las mil maravillas casi siempre, con algún momento muy puntual en el que se pierden imágenes por segundo, pero en líneas generales el trabajo realizado por Hazelight es loable, con personajes ultradetallados, escenarios dignos de una fotografía y una dirección artística que nos ha encantado.
En cuanto al apartado sonoro, encontramos un juego con voces en inglés, pero subtítulos en castellano, y una banda sonora que vive en un continuo segundo plano. No es estelar, pero sí acertada, y sirve para condimentar los momentos de acción que viviremos a los mandos de estos dos locos personajes.
La Ficha completa:
- Título: It Takes Two
- Plataformas: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, PC
- Desarrolla: Hazelight
- Lanzamiento: 26 de marzo de 2021
- Precio: 39.95€