Desde el pasado 29 de mayo los usuarios de Switch tienen una razón de peso para aplazar su desconfinamiento. Borderlands Legendary Collection aterriza en la híbrida de Nintendo de la mano de Turn Me Up Games, empresa encargada del port.
Esta Legendary Collection viene con todo el contenido necesario para tener diversión como para unas cuantas vidas, empezamos. Borderlands: Edición Juego del año, Borderlands 2 y Borderlands The Pre-Sequel. La versión juego del año cabe recordar que incluye diversas mejoras respecto al original, así como todos los DLC's, The Zombi Island of Doctor Ned, Mad Moxxi Underdome Riot, The Secret Armory of General Knoxx y Claptrap’s New Robot Revolution.
Ahora ya, en 2020, tras 11 y 8 años de los respectivos lanzamientos de las dos primeras entregas, podemos entender la relevancia y el impacto que la franquicia de Gearbox Software ha tenido para esta nuestra industria.
Bajo un ADN propio, Gearbox Software consiguió traernos una IP repleta de cachondeo, tiros y frenesí postapocalíptico. Esta personalidad, su diseño artístico y su propuesta jugable generó un trinomio que aún perdura y sigue dejando huella. Borderlands fue el primer gran baluarte de un género hasta la fecha prácticamente desconocido, el shooter-looter. Una suerte de shooter clásico en el que se incluían elementos propios del RPG con el añadido de centenares de armas de diferentes características, habilidades y rarezas. Los colores, verde, morado, azul, hasta la fecha casi desconocidos, empezaban a marcar un tempo que aún seguimos a pies juntillas hoy en día.
Bajo esta premisa Borderlands empezó a construir su franquicia. Tras una historia correcta, el juego nos empuja a una cantidad ingente de misiones secundarias para ampliar información sobre el mundo de Pandora, o simplemente para eso, para mejorar nuestro equipamiento. El resultado de esta fórmula son juegos tremendamente largos, repletos de contenido, de misiones secundarias y de posibilidades de personalización de la equipación armamentística de nuestro personaje.
Hoy, Borderlands llega en su versión recopilatoria más completa en el que podríamos considerar su ecosistema natural. Y es que Nintendo Switch le sienta como anillo al dedo a la franquicia de Gearbox Software con este port que ha corrido de la mano de Turn Me Up Games. Y decimos que se trata de su ecosistema natural por cómo se estructura su gameplay, su apartado técnico y la agilidad a los mandos. Todos estos parámetros han sido cuidadosamente tratados en este port.
La versatilidad que brinda Nintendo Switch tanto en su forma portátil como en el dock permite partidas muy ágiles y desenfadas. Borderlands no es exigente en pedirnos cortas sesiones de juego. Bien una o dos misiones sean suficiente para un impasse, un desplazamiento o un rato muerto, también es susceptible de ser objetivo de sesiones más largas y concentradas. Lo bueno es precisamente eso, esa versatilidad que permite adaptarse a cualquier tipo de situación y momento.
Su sistema de progresión se ha ido mejorando para facilitar la inmersión del jugador y minimizar su frustración ante el aluvión de tareas, recados y misiones. Borderlands se divide en zonas cerradas entre las que podemos transitar. El tamaño de estas zonas difiere mucho en base a su ubicación y propósito. Algunas serán enormes espacios abiertos en los que incluso podremos movernos en los característicos vehículos de la saga, mientras que otras serán zonas más cerradas, claustrofóbicas. Las misiones se pueden clasificar por zonas, de esta manera evitamos las largas travesías entre escenarios -y entre largos tiempos de carga, valga decirlo-.
De igual manera, las misiones marcan una dificultad determinada en base a nuestro nivel. Y más nos vale hacer caso a sus indicaciones. Esto tiene sus pros y sus contras. Para todos aquellos que queráis centraros en la misión principal, va a suponer un gran reto. Ya no solo por la dificultad, sino que, en muchos casos, las mejores equipaciones y las mejores recompensas en experiencia las ofrecerán estas misiones secundarias. Fácilmente podemos estar golpeándonos una y otra vez contra la misma misión si no llegamos con el nivel correcto. Como decíamos, por un lado, nos invita a empaparnos de la cultura de Pandora y de sus historias, pero, por otro lado, nos induce en un cautiverio obligado para poder avanzar en la historia.
Y la parte técnica es la que destaca la buena forma de este port. Borderlands: Edición Juego del año, Borderlands 2 y Borderlands The Pre-Sequel, corren a 1080p en TV con una tasa de refresco de 30fps. Esto no sería nada relevante si lo comparamos con otros ports de Switch, pero en este caso no ha habido recortes. De la mano de Fractured Byte, se ha garantizado en todo momento la misma carga de texturas y assets en comparación con las versiones de PS4, Xbox One y PC. Cierto que los títulos cuentan ya con unos cuantos años a sus espaldas, pero se agradece el mimo y el cuidado que se ha puesto en ofrecer un producto de calidad y bien acabado. Esto incluye también los doblajes originales al español y la posibilidad de multijugador.
Por último, la versión de Switch incluye control de movimiento para los joy-con. Esto podría resultar algo irrelevante pero una vez probado nos ha parecido muy útil. Si comparamos los controles de Switch con los de PlayStation o Xbox, los de la consola híbrida de Nintendo salen desfavorecidos por razones obvias. La ergonomía, junto con los propios joysticks cumplen con un aprobado justo, elemento agravado en momentos claves como el apuntado preciso. Al contar con este control de movimiento, podemos añadir ese plus de sensibilidad al apuntado que solventa las deficiencias propias del hardware. De nuevo, algo que puede resultar trivial pero que para las horas que llevamos de juego hemos agradecido enormemente.