Dragon Ball Z: Kakarot fue anunciado al calor del éxito de Dragon Ball FighterZ, el gran juego de lucha de Arc System Works. Sin embargo, casi todo lo demás de este juego que ahora nos ocupa nos ha pillado por sorpresa. En primer lugar no lo esperábamos tan pronto (llega el 17 de enero a PS4, Xbox One y PC), y tampoco esperábamos un juego de rol.
CyberConnect2 son sus responsables, y son conocidos por su trabajo con Naruto: Ninja Storm, y buscan hacer algo distinto en esta ocasión. Dragon Ball Z: Kakarot es un juego mucho más abierto y accesible que el de lucha, y sigue solo los eventos de la serie Dragon Ball Z. Aquí podremos encarnar a los distintos protagonistas de la serie durante sus peleas más legendarias. En el contacto que hemos tenido con el juego, hemos podido llegar desde el comienzo del juego hasta el choque contra Vegeta durante el arco Saiyajin.
Dragon Ball Z, desde el principio
El inicio del juego es una escena de vídeo bastante simple en la que vemos un Gohan bastante joven e ingenuo que va en busca de su padre al bosque. Tras esto, comienza un tutorial con un combate entre Goku y Piccolo. Lo interesante es la gran cantidad de comandos que tenemos disponibles. De hecho, el objetivo parece haber sido integrar de la mejor forma posible todas las mecánicas de combate y crear peleas variadas y dinámicas al más puro estilo Dragon Ball. Hay lanzamientos de energía, combates cuerpo a cuerpo, combos... Todos ellos accesibles a través de atajos personalizables y que iremos ganando a lo largo de la aventura del propio juego, o al recuperar "Orbes Z" dispersos por el mapa. En total se pueden usar 4 atajos al mismo tiempo, consumiendo un nivel variable de ki. Este ki es recargable en combate manteniendo pulsado el botón de triángulo en PS4 (que es la versión a la que tuvimos acceso).
Durante los combates es posible aumentar un indicador que, cuando está lleno al mismo tiempo que el de Ki, nos permite entrar en un estado de "aumento". Los atajos de transformación específicos para los distintos personajes son también personalizables, desbloqueándose poco a poco y estando disponibles durante toda la aventura. Desde el principio podemos detener ataques, e incluso teletransportarnos directamente a la espalda del enemigo, lo que a su vez consume una buena parte de la barra de Ki, pero nos da cierta ventaja. Además de todo esto, también es posible usar atajos para utilizar distintos objetos que nos permitirán recuperar vida o poder. Además, nos podremos beneficiar de la asistencia de otros personajes clave durante las luchas, siendo estas intervenciones automáticas de defensa o ataques poderosos y visualmente espectaculares.
Es importante enfatizar que Dragon Ball Z: Kakarot no es un juego en mundo abierto, sino que se divide en varias zonas grandes que podemos explorar con libertad. Una decisión lógica, ya que la historia es lineal, y esto ayuda a mantener la coherencia. Podemos viajar en dichos escenarios a pie, corriendo a velocidades impresionantes, dando saltos propios de los personajes que controlamos. También, por supuesto, podemos ir volando, y finalmente, también es posible usar distinto vehículos. En nuestra toma de contacto pudimos probar la nube Kinton , que es todo un lujo al servicio del fan service.
En cuanto a la materia gráfica, nos encontramos con personajes que beben de la experiencia de CyberConnect2 con juegos de corte similar. El modelado, sus animaciones, los ataques especiales, las expresiones faciales... Todo funciona a un gran nivel que no queda demasiado lejos del anime. A esto hay que añadir que las músicas originales aparecen reorquestadas, y que el doblaje japonés está a la altura de las circunstancias, demostrando así que el estudio ha ido a por todas a la hora de complacer a los fans.
Los entornos son fieles al manga y contribuyen a crear un universo consistente con lo que proponía la creación original. A vista de pájaro todo tiene un gran aspecto y rebosa vida, con dinosaurios y vida silvestre poblando el mundo. De cerca el resultado no es tan imponente. Las texturas carecen de delicadeza, los ríos no son precisamente bonitos y los animales tienen unas animaciones un tanto robóticas.
¿Un mundo a la altura?
Que estemos ante un Action RPG es todo un cambio respecto a lo que CyberConnect2 había hecho últimamente. El lado rolero lo vemos en la evolución de los personajes, ya que acumulamos XP en las peleas y subimos estadísticas y niveles para los personajes. Algunos ataques se desbloquean automáticamente al llegar a un nivel. También existe un sistema de conexión entre los personajes principales dividido en varias categorías, lo que permite mejorar las características del grupo. Por ejemplo, al realizar misiones será posible desbloquear medallas con las habilidades propias de cada uno, y si las conectamos con otras medallas podremos mejorar las estadísticas del equipo-Z. Al mejorar la conexión entre personajes desbloqueamos también bonificaciones aplicables a cualquier héroe para aumentar su ataque, ki o defensa.
El estudio ha querido adaptar la totalidad de Dragon Ball Z. Se ha concedido la licencia de añadir a Bonyu, un nuevo miembro de las Fuerzas Especiales, pero por lo demás permanecerá fiel a la obra original, tomando las escenas clave del anime. Además, durante la aventura los personajes irán hablando entre ellos, para que hasta el más novato pueda enterarse de todo lo que pasa entre los protagonistas, su pasado y sus vínculos en el mundo de Dragon Ball.
La exploración de las distintas zonas grandes está marcada por las misiones secundarias que iremos encontrando, que serán seleccionables en función del personaje que estemos usando. Los PNJ elegirán si nos dan una tarea o no en función de quien hable con él. Por lo que hemos podido observar, estas misiones secundarias no están, al menos al comienzo de la aventura, demasiado inspiradas y se reducen a intercambiar o cosechar materiales o ingrecientes. La pesca tampoco es lo más innovador, ya que para pescar solo tendremos que encontrar un lugar adecuado y agitar el cebo para que aparezca un QTE. La recolección de orbes de distintos colores hace que la exploración sea más interactiva, y a esto hay que añadir los combates aleatorios al encontrarnos con enemigos en nuestros paseos.
Y con esto llegamos a otro de los pequeños problemas que vimos durante nuestra demo. En la sesión de juego a la que tuvimos acceso solo encontramos un tipo de enemigo: los robots piratas. Esperamos que haya más variedad que eso. Y finalmente, llegamos al punto más importante, las peleas con los jefes, que nos propondrán adivinar distintos patrones para poder vencerlos. Se trata de momentos de dificultad más elevada y tocará estudiar a los enemigos y optimizar nuestros atajos para poder superarlos. Sin embargo hay que decir que se trata de momentos trepidantes y emocionantes que están a la altura de la creación original de Akira Toriyama.