Desde su salida en Android hace algo más de un año, Fortnite sólo ha estado disponible a través de una descarga directa desde la web de Epic Games. Tras hacerte con esa APK, era necesario darle los permisos correspondientes al teléfono para proceder a su instalación. Sin embargo, Epic Games ha enviado una solicitud a Google para que su juego estrella aparezca en la Play Store; aunque no cumple con los requisitos.
Este proceso paralelo a la Play Store permitía a Epic llevarse todo el dinero de los micropagos, es decir, que Google no se llevaba comisión por estos pagos. Según se comenta, la empresa de Sundar Pichai se queda con cerca del 30% de todos los pagos realizados en su tienda. La compañía de Tim Sweeney ha presentado una versión del juego a Google para entrar en la Play Store, conservando, eso sí, el uso de un sistema de pagos propio.
La respuesta de Google no se ha hecho esperar y, a través de un comunicado, deja clara su posición: "Android dispone de múltiples tiendas de aplicaciones y opciones para que los desarrolladores distribuyan aplicaciones. Google Play tiene un modelo de negocio y una política de facturación que nos permite invertir en nuestra plataforma y herramientas para ayudar a los desarrolladores a construir negocios exitosos y mantener a los usuarios seguros. Damos la bienvenida a cualquier desarrollador que reconozca el valor de Google Play y esperamos que participe en los mismos términos que otros desarrolladores."
Parece, por tanto, un callejón sin salida para Epic Games y Fortnite. O toman la decisión de pagar un 30% de los ingresos a Google, algo que podría incrementar el precio de los PaVos, o simplemente rechazan la entrada en Play Store y siguen con un modelo idéntico al que han usado hasta la fecha.