Es uno de los temas sobre los que más han girado los multijugador competitivos de los últimos años. Estos intentan adecuar sus modos para que los profesionales puedan sentirse cómodos, con unas reglas que favorezcan la habilidad individual o de equipo y un balance equilibrado de las armas y/o accesorios, mientras que a su vez también se mira dar las mayores facilidades posibles para que los novatos puedan entrar en esos multijugador y no ser arrasados a la primera de cambio.
Call of Duty es quizá el mejor ejemplo para ello, dado que ha adecuado año tras año sus modos para captar nuevos usuarios. En cambio, CS:GO, o el desconocido para muchos, Metal Gear Online 2, apuestan por los jugadores que más tiempo puedan dedicar a aumentar su tasa de bajas y muertes para demostrar el talento que poseen jugando.
A raíz de esas obsesiones por conseguir más bajas que muertes, cada vez ha sido más habitual encontrarnos con equipos que mejoraban los FPS y la fluidez de la imagen. Pero, ¿hasta qué punto todo ese material es necesario? ¿Realmente conseguimos mejoras con ello o solamente importa la habilidad de cada jugador? NVIDIA, por suerte, ha llegado con un estudio para demostrar que, además de la habilidad, esa tecnología es necesaria para poder mantener un ritmo competitivo adecuado.
NVIDIA se ha lanzado a realizar un proyecto que analiza la influencia de los cuadros por segundo en las partidas competitivas bajo el título; "¿Por qué una mayor tasa de cuadros por segundo influye en el gaming competitivo?".
En juegos competitivos como Fortnite, o los ya nombrados CS:GO o Call of Duty, los jugadores a menudo miden su rendimiento basándose en el ratio de Eliminaciones/Muertes (K/D Ratio). Si un jugador tiene un ratio K/D alto, quiere decir que gana sus enfrentamientos más a menudo, asegurando muchas victorias para su equipo. Es, de hecho, una de las cosas que más importan de cara al competitivo, puesto que los jugadores que poseen K/D bajos, no suelen destacar dentro de las escenas de los esports. En lo que atañe, por lo menos, en los shooters, ya sean en primera o en tercera persona.
De hecho, Gerardo Delgado, Product Manager de NVIDIA, asegura que los jugadores que poseen un equipo potente, con gráfica rápida y una pantalla con una tasa de refresco alta, son los que tienen más posibilidades de realizar tasas de Eliminaciones/Muertes más altas. Esto no quiere decir que el factor habilidad quede totalmente eliminado, porque por mucho equipo que tengamos, lo que cuenta al fin y al cabo es la capacidad, reflejos y habilidad que tengamos con el videojuego en cuestión. Pero esos elementos son piezas que ayudan a que ese rendimiento profesional funcione adecuadamente para que el jugador se sienta lo más cómodo posible y tenga la mejor calidad a la hora de trabajar.
El Vicepresidente Técnico de Marketing, Tony Massi, demuestra la correlación entre altas tasas de cuadros por segundo y mejores ratios K/D. El representante de NVIDIA estudia al detalle por qué mayores FPS, sobre todo si superan ampliamente los 60, benefician el rendimiento de los jugadores competitivos, destacando que:
- Animaciones más suaves ayudan para un mejor apuntado
- Niveles inferiores de defectos gráficos, como ghosts y tears, reducen las distracciones
- Una latencia del sistema inferior ayuda a localizar a los objetivos más fácilmente
Por lo que, efectivamente, esa tasa de FPS puede llegar a influir en el nivel de habilidad de cada jugador y puede marcar un antes y un después en las competiciones que se realizan de forma online y no de forma presencial. Así que, ya sabéis, si vuestro objetivo es el de profesionalizaros dentro de los esports, además de ser muy buenos, también habrá que complementar con el mejor equipo posible. Con un monitor con una tasa de refresco de 240 Hz, dispondréis del equipo ideal para afrontar cualquier juego competitivo