El mes de noviembre de 2018, Melanie McCraken y Jessica Negron, trabajadoras de Riot -Negron, por lo menos, en el momento de lo sucedido-, emprendieron una demanda colectiva hacia Riot Games por las diferencias salariales entre hombres y mujeres dentro de la empresa, además de otras discriminaciones. La compañía de League of Legends lleva años recibiendo quejas y manifestaciones por parte de sus trabajadores por las discriminaciones que se respiraban en las oficinas.
Según Los Angeles Times, ahora, Riot pagará 10 millones de dólares para las trabajadoras que llevan, o han estado, en la empresa desde 2014 y han sufrido algún tipo de acoso, discriminación o trato diferente solo por el hecho de ser mujeres. La suma de empleadas, o exempleadas, asciende a 1.000, y la cantidad que recibirá cada una en compensación dependerá del tipo de contrato que tuviese.
El portavoz de Riot declaró lo siguiente: "Nos complace tener un acuerdo propuesto para resolver completamente la demanda colectiva. El acuerdo es otro paso importante hacia adelante y demuestra nuestro compromiso de estar a la altura de nuestros valores y hacer de Riot un entorno inclusivo para el mejor talento de la industria".
La presentación del acuerdo también indica que desde Riot Games han hecho una serie de compromisos para mejorar el trabajo en equipo y eliminar cualquier tipo de conducta discriminatoria que se realice en las oficinas. Incluyendo una revisión a fondo de todos los contratos para asegurarse de que no haya más desigualdades.