Ubisoft acaba de denunciar a un joven de 17 años, llamado Lucas, que se estaba labrando una fortuna a costa de vender determinados programas que permitían a los usuarios tener ventaja en Rainbow Six Siege. En una reciente entrevista para la BBC, el joven afirmó que su negocio le daba 2.000 dólares a la semana y que muchos de los mejores jugadores del videojuego utilizan cheats. Es decir, que hacían trampas.
Se conoce mayormente como Misuzoft y permite que los jugadores incrementen el daño que hacen a los enemigos. Además, también elimina el retroceso de las armas y permite ver a los enemigos y objetos a través de las paredes. Lo que hace casi imposible poder ganar los combates cara a cara con ellos. Esto, lógicamente, rompía por completo con los esquemas normativos de Ubisoft haciendo que los jugadores que no utilizaban esos sistemas estuvieran en desventaja.
Ahora la compañía ha tomado cartas en el asunto y afirma que el "hacker" es totalmente culpable de arruinar Rainbox Six Siege por sus productos de software malicioso. En 2018, Ubisoft baneó a más de 1.300 personas que hacían trampas en su multijugador. Y parece que el número va a aumentar teniendo en cuenta la cantidad de gente que estaba suscrita al creador de Misuzoft.