A lo largo de los años que Valorant lleva disponible para todos los usuarios, su meta ha ido cambiando paulatinamente. Hubo una época que la Classic estaba muy rota con el clic derecho, en otro momento fue la Bucky con sus disparos a media distancia, o durante unos meses la Stinger fue el arma de moda por su capacidad de matar enemigos de una ráfaga de disparo a larga distancia.
Riot poco a poco ha equilibrado estos desajustes para balancear todo, y ahora tiene frente a ellos un nuevo desafío para ajustar esta arma que por relación calidad-precio está muy fuerta. Esta es la Shorty, la pistola escopeta del shooter y en el meta competitivo de Valorant se está viendo con mucha frecuencia en muchos personajes.
¿Por qué la Shorty está tan fuerte?
Este arma está fuerte por varios motivos. El primero, el más obvio, el precio. Por 150 créditos es un coste de oportunidad muy aprovechable y si sumas una baja, ya recuperas esa inversión, pero el más importante llega con agentes con mucha movilidad o que sepan jugar bien entre la utilidad o la definitiva de Viper.
Campeones como Raze, Jett u Omen son los que se benefician más de la Shorty y es que su cadencia de disparos hace que prácticamente no tenga counterplay. Con sus dos balas que tiene en el cargador puede matar a un oponente a corto alcance sin que tú puedas reaccionar aunque tengas una Vandal o Phantom en mano. Esto se convierte en algo frustrante, y esta práctica que están explotando los equipos, junto a la economía Fnatic, pronto tendrá su final.
Para nerfearlo, y aquí coincido con las opiniones tanto de Black como del resto de la comunidad de Valorant son las siguientes:
- Subirle el precio y ponerla a 300 o 400 créditos
- Quitarle una bala de su perdigón
- Aumentar su cadencia de disparos y que sea similar al clic derecho de la Classic