Los nuevos campeones, por regla general, suelen dar más de un quebradero de cabeza al equipo de balance de Riot Games. Ya sea en League of Legends, Valorant, TFT o Wild Rift, estos campeones suelen tener un impacto inmediato en el competitivo o en las partidas clasificatorias, por lo que pronto hay que echarle el freno para que vuelvan a un equilibrio.
Sin embargo, muchas veces esto es más complejo de lo que parece, y más con la diversidad de rangos y de jugadores que hay en estos títulos, especialmente en League of Legends. Muchos campeones que se escogen a nivel profesional, apenas tienen impacto en elos bajos y medios, que es donde está la gran mayoría de invocadores registrados en los servidores de Riot con más de 80%.
El primer problema de 2023 para Riot tiene nombre
El primer gran protagonista del año será K'Sante. El nuevo campeón de League of Legends está muy fuerte en términos competitivos, pero en las partidas de SoloQ no termina de cuajar. Este ejemplo se puede extrapolar a lo que sucedió años atrás con Ryze, cuando era prácticamente pick o ban en los drafts competitivos pero su complejidad para jugarlo en partidas clasificatorias hacía que no tuviese un gran impacto en SoloQ ante la falta de comunicación con una gran parte de tus aliados para hacer rotaciones e intentar buscar escaramuzas con su portal.
En cuanto a datos se refiere, hay un gran gap entre el porcentaje de victorias entre elos bajos y elo alto (de Diamante para arriba). Los jugadores de high elo superan el 50% de victorias, algo que lo hace muy peligroso de cara a estas partidas competitivas y que lo obligarán a pickear o banear si en el 13.1 no hay ajustes drásticos.
Esto, desgraciadamente, no nos sorprende ya que lo hemos visto tiempo atrás como hemos comentado con el caso de Ryze, o tirando más de proximidad con Zeri. Al intentar balancearla, pierde una gran parte de interés para muchos jugadores de estos rangos bajos, por lo que se quedan relegados en un tercer o cuarto plano y se vuelven prácticamente invisibles. A lo largo de estas próximas semanas tocará ver si Riot logra dar con la tecla y ajusta a K'Sante sin necesidad de cargarse su viabilidad en el competitivo y de que los invocadores de elos bajos tengan un porcentaje aceptable en cuanto a elección y ratio de victorias.