Tras la alegría inicial por la clasificación de Rogue a los cuartos de final del campeonato mundial de League of Legends, un buen número de miembros de la comunidad dejó de lado la euforia para pasar a la crítica. Todo debido a que Trymbi, quien juega como support en el equipo de los pícaros, decidió decantarse por la extraña selección de Nasus en el duelo directo entre la organización recién fusionada con KOI y DRX por el primer puesto de la liguilla. El resultado fue nefasto, pero la elección ni mucho menos fue un plan de urgencia o un troleo.
Un campeón extraño que podría haber cambiado los Worlds 2022
Ya antes de elegir al personaje, Trymbi había concedido una entrevista con el periodista Yohan Markov en la que defendía que Nasus podría ser un support viable dado el estado actual del juego. El jugador se lamentaba de que los aumentos de poder que recientemente ha recibido el personaje no estuviesen en el parche en el que se disputa el mundial (que se jugará íntegramente en la Versión 12.18). Sin embargo, explicaba que era “bastante fuerte en las etapas tardías de la partida”. No era algo que fuera a elegir a ciegas, pero consideraba haberlo jugado suficiente como para “demostrar el verdadero potencial del héroe”.
Pese a sus alabanzas al personaje, el jugador no se mostraba obsesionado. “No se si pasará (que pueda jugarlo) y tampoco me importan mucho”, explicaba. Sin embargo, al ver la oportunidad ante DRX quiso darle un tiento. Y, si se nos permite la opinión, aún sabiendo el resultado que tuvo y que bajo nuestro punto de vista no era la mejor composición debido al Heimerdinger enemigo, la decisión mereció la pena por el potencial cambio que habría supuesto para el devenir de los Worlds 2022. Es algo que ha sucedido en el pasado, pero en eso entramos ahora.
Antes que nada, el jugador se ha querido defender en redes sociales explicando que, aunque las cosas no salieron particularmente bien, el ventajismo era evidente. “Saqué Soraka en la final de LEC, gané y me dijeron que era un genio. Ahora cojo Nasus en los Worlds, pierdo y soy una basura”, comentaba el support en un tuit aderezado con una última frase cargada de improperios. Nosotros, que nunca estuvimos del todo de acuerdo con aquello de que las formas te hacen perder la razón, queremos romper una lanza en favor del support de Rogue teniendo en cuenta el pasado de League of Legends.
A lo largo de la historia de los mundiales, los equipos que han sabido crear sus propias estrategias, siempre han salido beneficiados. Hace apenas unos días repasábamos la historia de como Heimerdinger ayudó a G2 Esports a alcanzar unas semifinales que no le correspondían cuando el carril inferior lo formaba una de las peores duplas que ha tenido en su historia. Lo mismo sucedió en el mundial de 2016. En ese año, un Rox Tigers netamente inferior a T1 casi le birla a Faker su tercera copa del mundo (eliminándolo en semifinales) gracias a que Gorilla, su support, tuvo la genial idea de jugar Miss Fortune en la posición de support.
En este sentido, si el Nasus de Trymbi hubiera funcionado, hubiera condicionado las fases de selección de campeón de todas las demás partidas de la competición. Una situación particularmente relevante ahora que comienzan los mejores de cinco. En el caso del Heimerdinger de G2 Esports, los equipos se la banearon en 13 de las 15 partidas del mundial; ganando las otras dos. Con Miss Fortune, que apareció en el segundo mapa de las semifinales, el guion fue parecido. Rox ganó los dos mapas en los que SK Telecom T1 la dejó abierta y forzó su baneo en el resto de mapa de la serie.
La asignatura pendiente de los fans, a los que tampoco se les puede exigir tal cambio, es dejar de realizar el análisis con base en los resultados. Sin embargo, el mínimo exigible es el respeto. Tal y como señala Trymbi, él fue uno de los grandes impulsores de la selección de Soraka. Además, buscó su combinación con Kalista, que atentaba incluso contra la intuición. Ni por entonces era el genio definitivo que había visto el League of Legends ni ahora es un descerebrado con la suerte de ser profesional. Sin embargo y más allá de la derrota, negar el mérito del intento no tiene ningún sentido.