League of Legends ha cambiado con el paso de los años. Las grandes dinastías en las que los equipos dominaban con una superioridad pasmosa durante largos periodos de tiempo y superaban a sus rivales aplastándolos en cada enfrentamiento han quedado atrás. El tiempo pasa para todos, y también para un Faker que ya no necesariamente es el mejor jugador del planeta. No tiene rival desde un punto de vista histórico y sigue aumentando sus récords, pero en la actualidad hay partidas en las que le toca sufrir como al resto de los mortales. Fue el caso del enfrentamiento entre T1 y Cloud 9 correspondiente a la fase de grupos de los Worlds 2022.
Una jugada que revivió los grandes tiempos de Faker
Durante la segunda vuelta de la fase de grupos del mundial, a Faker le tocó jugar sin demasiado apoyo de sus compañeros, que con buen criterio decidieron apoyar a un carril inferior que iba volando durante las partidas. Una situación que lo convirtió en el eslabón más débil del equipo de T1 (a nosotros también nos cuesta asimilarlo) y transformaron la línea central en la zona de juegos predilecta de sus rivales. Tuvo que empezar con desventaja en todas las partidas y, aunque luego las cosas siempre acabaron bien, cualquier jugador de League of Legends sabe lo que castiga la moral experimentar este tipo de situaciones.
Sin embargo, el mid laner no se vino abajo en ningún momento y tuvo la oportunidad de resarcirse con una de las jugadas más espectaculares de todo el campeonato mundial. Fue en una pelea contra Jensen (Akali) que carecía de trascendencia. Su equipo ya estaba ganando la partida y todo lo que se jugaba el mid laner era la satisfacción, ya que con no dejar volver a base al rival estaba más que resuelto. Sin embargo y como vemos en el vídeo, protagonizó uno de los momentos más destacados nos van a dejar estos Worlds 2022 en un duelo mucho más igualado de lo que aparenta.
Aunque la diferencia en el marcador global de oro era abismal, lo cierto es que Faker y Jensen estaban muy igualados (ni medio objeto de diferencia), lo que nos permitió vivir una lucha épica en la que se lanzan casi una decena de hechizos de movilidad. Todo para dar lugar a un resultado visual sumamente plástico que terminó con un terrible “outplay” gracias al Cronómetro utilizado por el mid laner coreano. Es cierto que, con una trayectoria de casi diez años como profesional, la jugada no estará entre las mejores de su carrera. Sin embargo, sí nos ha recordado a los grandes tiempos en los que el jugador dominaba League of Legends a gran distancia de sus rivales.