Aunque todavía somos muchos los jugadores que disfrutamos del Modo Carrera en FIFA 23, lo cierto es que la fantasía futbolística de Electronic Arts hace tiempo que se fue por otros derroteros. Ultimate Team ha ido ganando importancia tanto para los jugadores como para la propia compañía, que no esconde con las novedades que llegan cada año que esta parcela del juego también es la más interesante para ellos. Es normal que a algunos jugadores no nos guste y menos si tenemos en cuenta que los desarrolladores no parecen tener ninguna intención de agradar a la comunidad realizando cambios que, para muchos, son importantísimos.
Aburrirte para ganar, la peligrosa clave de FIFA 23
Vaya por delante que FIFA 23 me ha parecido un juego más que sólido, pero eso no va hacer que cambie de opinión: no tengo pensado gastarme ni un miserable céntimo en sobres. En este sentido, estoy en la misma situación que buena parte de la comunidad. Toca aprovechar cada buen jugador que pueda conseguir gratis y, en general, cualquier cosa que me ayude a tener un equipo más competitivo. Esto me llevó inmediatamente a planificar mis gastos pensando en la futura llegada de Richarlison OTW como jugador gratuito a conseguir por objetivos. Una bestia brasileña de la Premier que siempre ha sido un ‘chetado’ al comienzo del juego.
Sin embargo, me llevé una poderosa sorpresa cuando vi los objetivos para conseguirlo. Podía hacerme con Richarlison sin esfuerzo y la primera parte del reto no tenía ningún problema: “Marca con jugadores de la Premier League en 12 partidos distintos”. Cuando se me cayó el mundo a los pies es cuando me di cuenta de que el reto debía cumplirse en el modo “Amisotos de FUT en Directo: Vínculos Continentales”. Os prometo que me puse a pensar un rato de qué cabeza había salido la idea de exigir una cantidad tan desmedida de partidas en un modo de juego al que muchos jugadores no queremos dedicar ni siquiera cinco minutos.
Siendo FIFA 23 la primera vez que realmente quiero tomarme Ultimate Team como un desafío a largo plazo, no me quedaba otra que darle la oportunidad a los objetivos. Sin embargo, conforme jugaba partidas me daba cuenta de que todo estaba mal. El modo es aburrido porque no te exige nada, el resto de los jugadores no se lo toma en serio porque el resultado es prácticamente irrelevante y la mayoría de las veces mis oponentes se desconectaban siguiendo una regla no escrita a la que ahora llegaremos. Puede que alguien disfrute de los amistosos al ser un ambiente relajado, pero es que ni siquiera ellos salen ganando de estos desafíos.
Para los jugadores que no nos gustan los amistosos, este podría ser un reto por completar en cualquier otro modo de juego sirviendo como recompensa adicional. Sin embargo, probablemente la peor parte se la lleven quienes sí quieren jugarlos. Son ellos los que se van a tener que echar en cara a decenas de jugadores desganados que están ahí para rellenar unos requisitos que alguien en EA Sports consideró buena idea. De hecho, en la comunidad se ha establecido la regla del Gol de Oro. Básicamente, el primer jugador en recibir un gol se sale del partido para que al otro le cuente la victoria y se pueda completar el desafío en menos tiempo.
El ridículo es absoluto y me consta que esto ya pasaba antes de FIFA 23. Si la exigencia va a ser jugar un modo concreto, más vale que los desarrolladores se esfuercen un mínimo en que sea diferente y realmente haya alicientes para disfrutarlo. Sin embargo y aunque aquí no creemos en teorías de la conspiración, da para bastantes preguntas el hecho de que hayan elegido que tengamos que dedicar horas a un modo que a muchos no nos gusta. Más todavía, siendo esto algo que la comunidad ya lleva denunciando desde mucho antes de que yo me diera cuenta de lo mal hechos que están los desafíos.