League of Legends es, básicamente, un juego que te puede dar y quitar todo en una sola partida. Por un lado tenemos las jugadas individuales ultra satisfactorias, los 1vs5 o las peleas grupales con amigos, mientras que por otro tenemos a jugadores tóxicos y llorones, grandes bromistas que no saben apenas sobre el juego pensando que son genios o lo peor de todo: Los que hablan tu propio idioma. Pero esta vez hablaremos de la parte nueva en la que podemos incluir los modos que Riot añade cada cierto tiempo para dar un poco de vida al título para evitar la monotonía de las rankeds.
Actualmente, es el Libro de Hechizos Definitivo el que se encuentra disponible para jugar y disfrutar. Para quien no lo conozca, este modo consiste en que cada uno de los dos equipos elige a un personaje con el que va a jugar, pero el momento en el que saltamos a la Grieta del Invocador, cada uno de los jugadores podrá elegir una segunda habilidad definitiva de las tres que ofrece el juego nada más empezar la partida.
Ocurren combinaciones muy divertidas, pero sin duda alguna una de las que más nos ha encantado ha sido esta recreación de Shingeki no Kyojin dentro de este modo de juego gracias a una combinación explosiva de habilidades y con dos personajes que, gracias a su build, son propensos a crecer como secuoyas.
Shingeki llega a League of Legends con Ornn y Tahm Kench como protagonistas
Por un lado teníamos a Ornn miedoso en el equipo rojo, mientras que en el equipo azul nos encontrábamos a un Tahm Kench muy enchufado; pero había algo que los dos tenían en común: Su definitiva secundaria era nada más y nada menos que la de Cho'Gath. Para quien no lo recuerde, la R de este ser del vació otorga vida y alcance al campeón y aumenta poco a poco su tamaño. Esto provocó que ambos jugadores comenzaran a comer todo lo que se encontraban en la Grieta, para después pasar a los campeones y convertirse en verdaderos monstruos gigantescos.
Si a esto le sumamos que la build de los campeones también hacen crecer su tamaño por diversas activas y pasivas, nos quedamos con una pelea encarnizada que ocupa todo el carril central y nos deja uno de los momentos de la semana: Tahm Kench se traga a Ornn para crear una especie de Raid para vencer al Señor de la Forja como si de Ragnaros se tratase. Desde luego es una combinación rota y sobre todo divertidísima, ya que nos deja ver momentos que sólo Eren y compañía son capaces de igualar al grito de "Tatakae".