No os voy a mentir, cada par de semanas me doy el gusto de dar una vuelta por mi pueblo y entrar a mi bar de confianza para comerme un buen campero, o para que lo entendáis los que estáis más allá de Despeñaperros, una especie de bocata redondo de jamón, queso, lechuga, bacon, pollo y alguna que otra cosa más. Se trata de un manjar que si bien no es algo increíble que me cambie la vida alimenticia porque ya lo he probado millones de veces, pero cada vez que le hinco el diente a uno mi paladar agradece con creces la comida que llega al estómago.
¿Qué por qué empiezo con esto el artículo? Porque Modern Warfare II es ese campero o bocata de bar hecho de rapideo que te comes con regularidad cuando no sabes que cenar pero que te comes con una sonrisa de oreja a oreja y siempre acabas pensando "esto siempre entra".
Un Call of Duty de toda la vida
Modern Warfare II no pretende romper la fórmula como lo han intentado algunos CoD o quieren ofrecer algo increíblemente nuevo. El último título de la franquicia ofrece lo justo y necesario como para estar toda la tarde viciando con los colegas o solos, ofreciendo una buena cantidad de armas para subir de prestigio y dejando claro que lo que buscamos aquí es divertirnos con una buena cantidad de modos de juego.
Aún no sé en qué dirección irá el modo campaña de esta segunda parte, pero he de decir que en esta beta, el multijugador me ha parecido tremendamente divertido. El ir como un loco con tu M4 mientras tus compañeros salen volando alrededor tuya es algo que echaba bastante de menos en la saga, además de ofrecer mapas mucho más compactos y con conexiones y pasillos en los que sabes que habrá tangana.
Añadidos eficaces aunque con un gran "pero"
Hay dos grandes añadidos que he podido probar de primera mano. Por un lado, uno que lleva tiempo pero que es la primera vez que pruebo y necesitaba contar la experiencia: La experiencia de los gatillos hápticos de PS5. Recuerdo perfectamente cuando probé Astro's Playroom y flipaba con el poder de los gatillos y lo que se podría llegar a hacer con ellos en el futuro. Pues bien, los gatillos serán todo lo realistas que quieras, pero para jugar son extremadamente incómodos; para disparar tienes que forzar demasiado tus dedos y es muy molesto el tener que apretar tanto para disparar con una escopeta.
Por otro lado, y al contrario que con los gatillos, el sonido que han añadido a esta nueva entrega es sencillamente brutal. Creo que muchos de los jugadores elegirán que sus armas tengan silenciador por el simple hecho del sonido que emiten al disparar; es algo que me relaja como un vídeo de ASMR y que me fascina por la enorme cantidad de disparos que puedes llegar a escuchar en toda la partida.
Un futuro prometedor para la saga si corrigen sus errores
Obviamente el juego no es perfecto y tiene sus errores que creo que deben cambiar para la salida oficial del juego. Uno de ellos y, el que más raro me ha parecido, es que los enemigos no son visibles en el minimapa cuando disparan, sólo con las rachas de bajas. Que sí, que quieres mantener algo como esto porque no parecería real, pero CoD nunca ha destacado de realismo sino de todo lo contrario. Creo que es un sinsentido el quitar esta mecánica y algo extremadamente necesario si queremos una diversión notoria dentro del juego.
Otra cosa que no me ha hecho gracia del todo son algunas mecánicas nuevas que en realidad no aportan nada al juego, tan solo están ahí para rellenar huecos vacíos. Si te pones a jugar al modo tercera persona, todo parece mucho más lento y parece que ves al personaje correr extremadamente lento; es gracioso pero muy incómodo de ver. Esperemos que estas cosas tan banales se arreglen de cara a la salida oficial del juego y que sobre todo aparezca lo que muchos esperan: El modo Tiroteo que tanto enamoró al público en Modern Warfare de 2019.