Tras todo el lío ocurrido a lo largo de las últimas horas sobre la fiesta de Ocelote con Andrew Tate, los protagonistas de la historia han querido explicar todo lo ocurrido y "disculparse". Y pongo entre comillas la palabra disculparse porque no parece estar muy arrepentido al ver sus últimas interacciones con alguno de sus seguidores acerca de su relación con el polémico influencer estadounidense.
Todo ha comenzado con un par de tweets de Ocelote hace pocas horas hablando de la situación, y cómo se ha ido de madres toda esta acumulación de polémicas que el CEO lleva cosechando desde hace varios meses. Porque sí, esto es tan solo la gota que colmó el vaso tras varios meses de vacileos impertinentes, contratos con casas de apuestas y la llegada (y estafa) de los NFT al club ninja.
Unas... ¿Disculpas?
"Muchos fanáticos de G2 se sintieron decepcionados este fin de semana, lo que creó confusión sobre lo que represento. Siempre ha sido mi objetivo constante defender la igualdad absoluta de oportunidades, independientemente de quién sea o de dónde venga, que es de lo que se trata el juego", comenta el CEO a través de Twitter. "Mi vida estuvo llena de aprendizajes y tuve una buena cantidad de situaciones que me encontré en el pasado. No pude leer bien este momento, me siento terrible por las discusiones que he creado y me pondré de pie y aceptaré las consecuencias en su totalidad".
Estas palabras parecían ser, en un momento, medianamente sinceras y de verdad se sentía arrepentido; pero cuando inspeccionamos sus interacciones y los me gustas del CEO en Twitter, vemos que su colegueo y respeto por Andrew Tate sigue vigente y que se posiciona como alguien que no ha hecho nada malo.
Expulsión o vacaciones, según como se mire
A su vez, G2 Esports ha lanzado un comunicado comentando lo que ha ocurrido con su CEO, haciendo hincapié en que el equipo está por delante de cualquier cosa o persona. "Después de una discusión con Carlos y todos los supervisores han llegado a un acuerdo mutuo de suspender a Ocelote como CEO de G2 y suspendiendo todas sus ganancias por todo este tiempo"; comenta la cuenta del club desde Twitter.
En un principio resulta un castigo medianamente bueno para Ocelote, pero si lo pensamos en realidad es más un control de daños que unas disculpas sinceras como las del español. Y es que al fin y al cabo lo único que quiere la empresa es intentar dejar pasar todo lo ocurrido con Tate y Carlos y esperar un par de meses a que la gente se olvide del problema para que todo siga como antes. Pero recordemos siempre una cosa: Internet nunca olvida.