Cuando un jugador es tóxico o tiene actitudes inapropiadas en el SoloQ de League of Legends, el club o el equipo tiende a comerse todas las consecuencias y sacar un comunicado al respecto. Pero no siempre es así; muchos jugadores son conscientes de que pueden llegar a equivocarse en sus partidas y piden disculpas inmediatamente, entendiendo que nadie es perfecto.
Y es que a lo largo de las últimas horas hemos podido ver dos actitudes que reflejan perfectamente lo mejor y lo peor que nos puede dar este deporte: Por un lado, la expulsión de Isma de Schalke 04, y por otro, la disculpa de Nesuty por un pequeño fallo que tuvo en una de sus tantas partidas de SoloQ
Entre la buena actitud y ser un tóxico
Por un lado tenemos, Ismaïl "Isma" Boualem, quien fue jungla de Schalke 04 hasta hace pocos días y que fue expulsado del equipo por una actitud bastante tóxica en las partidas de SoloQ. Según se ha podido saber, el jugador pronuncio comentarios bastante despectivos hacia sus compañeros de equipo, con una serie de insultos que en Alemania están incluso penados por estar relacionados con el nazismo. Obviamente, la organización cortó de raíz con el problema y no quiso saber nunca más del jugador.
Por otro, y con una actitud completamente diferente, nos encontramos con Kai "Nesuty" Nakamura, otro jungla japonés que juega en la academia de DetonatioN FocusMe y que tuvo un pequeño percance durante una de sus rankeds: Por un problema de conexión o un simple bug, pensaba que no había entrado en la partida y decidió irse. ¿Qué pasó? La partida continuó sin el jungla ya que no hubo un remake. En consecuencia, el jugador japonés se disculpó enormemente y decidió donar todo el dinero que gane en la liga a Cruz Roja para lidiar con este error.
Desde luego, se trata de dos caras de la moneda completamente diferentes, provocando una paradoja dentro de League of Legends que crea una experiencia totalmente distinta dependiendo de quien te toque en tu equipo. Desde luego, es algo que Riot debe tener en cuenta para las próximas veces y castigar severamente a los jugadores más tóxicos de una vez por todas. En este juego la toxicidad está demasiado normalizada y vemos como rutina el ver a gente insultándose durante las partidas, cuando debe ser todo lo contrario.