Uno de los conocimientos ancestrales que pueden aplicarse tanto a League of Legends como a cualquier disciplina competitiva es el que dice que las finales no suelen ser grandes partidos. Sin embargo, todas las reglas tienen su excepción y una de las más evidentes la hemos encontrado en el partido por el título de Superliga. Quizás no pase a la historia como la final más apretada debido a lo abultado del marcador. Sin embargo, el enfrentamiento entre Team Heretics y Giants nos dejó la que probablemente haya sido una de las partidas más intensas y emocionantes de la que hemos sido testigos en los torneos nacionales.
El mejor mapa del año en el League of Legends competitivo
Necesitado de una victoria tras perder el primer enfrentamiento de la serie, Giants comenzó el segundo partido cambiando la tendencia que había caracterizado sus últimas cruces ante Team Heretics. El conjunto malagueño se mostró activo en los primeros minutos y logró cosechar pequeñas ventajas que, sin ser decisivas, sí le permitieron llevar la voz cantante durante la primera media hora del mapa. Hasta aquí, las cosas no fueron particularmente espectaculares. Todos estábamos contentos con la ventaja que habían tomado los muchachos de Th3Antonio – que jugó una Poppy top espectacular – porque apuntaba a que la final se estiraría al menos un par de partidas más. Sin embargo, hubo una acción que lo cambió todo.
Si hablábamos antes de conocimientos ancestrales, uno de los que nunca olvida la comunidad de League of Legends es que el Nashor pierde más partidas de las que gana, y eso es exactamente lo que pasó. Aunque los gigantes consiguieron una ventaja numérica que parecía crucial a los pocos segundos de comenzar el objetivo, Team Heretics se revolvió en una pelea caótica en la que un espectacular Jackspektra infligió toneladas de daño con los rebotes de Sivir. Vuelco en el marcador de oro con ventaja de casi 5.000 unidades monetarias para la organización que recientemente ha asegurado su plaza en LEC.
El mapa ya había tenido su momento espectacular. Sin embargo, ni mucho menos fue el único. Lo bonito del segundo enfrentamiento entre Giants y Team Heretics en la final de Superliga fueron las alternativas. Los gigantes supieron revolverse y firmaron la jugada en equipo más bonita de la competición española de League of Legends. Jizuke utilizó la definitiva de Orianna sobre un grupo de cuatro enemigos agrupados. Acto seguido, cayó la Vigilia Lunar de Aphelios con el Lanzallamas conectando sobre todos los miembros vivos del conjunto rival, consiguiendo limpiar a los herejes de forma instantánea.
Hasta ahora ya teníamos argumentos para estar más que satisfechos con cómo se había desarrollado la partida desde el punto de vista del espectáculo. Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue el desenlace de la partida. Team Heretics no estaba siendo capaz de finalizar la partida por las buenas ante un Giants que se había crecido con la jugada combinada de Jizuke y Keduii. Sin embargo, los herejes tuvieron la sangre fría como para recurrir a un ‘backdoor’ con el que ganar sin pelear. Locura tremenda que sirvió para que los jugadores se situasen a una única partida de levantar una copa que ya no dejarían escapar.