La serie Deathadder de Razer se convirtió en el padre de todos los ratones. Aunque la marca no estaba precisamente necesitada de pegar grandes bombazos, su ‘mouse’ fue lo que suele conocerse como un superventas. Las diferentes variantes conquistaron las alfombrillas de millones de escritorios en el mundo gracias a una combinación de precio asequible y rendimiento superlativo. Todavía ahora se mantienen como un producto más que funcional para jugar incluso a los títulos que más precisión requieren. Sin embargo, la cosa con esta marca nunca va de conformarse y ya está disponible una continuación: el Razer DeathAdder v3 Pro.
La nueva seña de identidad de Razer llega a los ratones DeathAdder
Razer ha cambiado a lo largo de los últimos meses, particularmente en lo referido al diseño de sus ratones. Los nuevos ‘mouse’ de la compañía ya no llegan cargados de luces led ni necesitan promocionarse como un elemento decorativo para nuestro dormitorio. Desde la compañía ha habido una marcada apuesta porque la nueva línea de productos sea mucho más discreta en cuanto a diseño. Un compromiso que sacrifica todo en favor del rendimiento y este DeathAdder V3 Pro no es ninguna excepción. De hecho, la jugada ha sido bastante simple. Razer ha cogido toda la tecnología desarrollada estos años y la ha introducido en su modelo más exitoso para que dé un gran salto de calidad.
El Razer DeathAdder V3 Pro incluye casi todo lo que mencionamos cuando hicimos nuestro análisis del Viper V2 Pro. La conectividad inalámbrica a una latencia imperceptible, el sensor óptico con su 99,8% de precisión o los ‘switches’ de tercera generación que evitan el molesto doble clic que sufrí como un condenado cuando – mucho antes de que me enviarán cualquier producto para probar – tenía la anterior versión del DeathAdder. También notaremos al agarrar el nuevo ratón su diseño superligero y la eliminación del tradicional botón de cambio de DPI, que ahora se encuentra en la parte inferior del ratón para ahorrar peso y que se quede en unos 63 o 64 gramos.
Todas estas características serían papel mojado si la ergonomía del ratón no acompañase. Sin embargo, es aquí cuando más se nota el continuismo de Razer con respecto a la serie DeathAdder. Puede estar renovada desde un punto de vista tecnológico o ser más ligera, que siempre es más cómodo, pero la forma el agarre del ratón apenas ha cambiado. Las formas son un poco más redondeadas y nos permiten descansar mejor la mano, aunque no hay grandes revoluciones. Nada tiene esto de negativo, porque mejorar un poquito lo que ya era muy cómodo tiene bastante mérito. De hecho, quizás es lo que más me ha sorprendido a nivel personal.
El problema de haber hecho algo tan bien
Hasta hemos ignorado el elefante en la habitación y no hemos mencionado el precio del ratón. El Razer DeathAdder v3 Pro se lanzó a un precio de venta recomendado de unos 160 euros. Aquí es donde encontramos dos grandes problemas. El primero es que es algo elevado para una gama de ratones que tradicionalmente se ha movido en márgenes más discretos. Es verdad que estamos ante el tope de gama y que probablemente se lancen los modelos algo más económicos con algún recorte por aquí y por allá que lo mantenga como un producto superlativo. El segundo es que, precisamente a ese precio, la propia marca tiene un ratón que nos ha gustado más y que consideramos como la mejor opción ahora mismo, el Razer Viper V2 Pro.
Con este pequeña sobre el precio no queremos indicar estemos pagando de más. El ratón tiene unas prestaciones acordes a su precio de venta al público y es tan ‘top’ como cabría esperar. Se trata más bien de una pequeña decepción si esperábamos la oportunidad de cambiar de ratón o de mero gusto personal si preferimos la versión ultraligera de la marca que se vende al mismo precio. A fin de cuentas, ambos ratones son buenísimos y lo que marcará la diferencia es con cual nos sintamos más cómodos. Si venís de otros DeathAdder y queréis dar el salto no os vais a equivocar y si pensáis en algo aún más ligero, pues tienes otra opción encima de la mesa.